El Amor Eterno romance Capítulo 888

Resumo de Capítulo 888: El Amor Eterno

Resumo de Capítulo 888 – Uma virada em El Amor Eterno de Internet

Capítulo 888 mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de El Amor Eterno, escrito por Internet. Com traços marcantes da literatura Romance, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.

Lo ignoré, ya que mi mente solo estaba ocupada con pensamientos de Zachary.

En ese momento, no tenía idea de que Zachary se encontraría con Lucas.

Zachary era inteligente. Era tan inteligente y ya adivinó algo sospechoso por lo que dijo Caroline.

Se quedó en silencio en la entrada del hospital durante un largo rato. Estaba un poco emocional cuando recordó lo que sucedió años atrás. Lucas le suplicó en silencio en ese entonces. Se podía ver en sus ojos. Lucas le rogó a Zachary que lo dejara ir.

Zachary nunca pensó que alguien de muy alto poder le fuera a suplicar en aquel momento. Una vez pensó que debía haberse equivocado.

Entró al hospital y entró en el ascensor. Cuando llegó al quinto piso, el pasillo estaba vacío. Lucas fue admitido en la habitación 504.

Zachary murmuró para sí mismo: “¡Qué b*stardo tan valiente!”.

Lucas era tan valiente que ningún guardaespaldas lo custodiaba en el hospital. ¿No tenía miedo de ser emboscado cuando estaba en su estado más vulnerable?

Quizás, ¿él ya sabía?

Oh, un psicólogo era bueno para estudiar la mente de una persona. La tonta señora de Zachary relajó su vigilancia sin precaución. Ella no pudo resistirse a sus planes cuidadosamente pensados. Incluso la hizo sutilmente una pieza que usó en su juego de ajedrez.

Zachary abrió la puerta y vio a Lucas mirando fijamente las dos campanas en sus muñecas. Muchos años atrás, solía haber una cuerda que sostenía las campanas. Luego la cambió a una cadena de plata.

La cuerda probablemente no resistió la fricción durante tantos años.

“Ha pasado un largo tiempo”, dijo Zachary primero.

Lucas apartó la mirada de las campanas y dijo: “¿Estás aquí por Caroline? Dime, ¿de qué quieres hablar?”.

“La señora Schick dijo que no regresaste a Ciudad Wu para lidiar conmigo”. Zachary deliberadamente llamó a Caroline la señora Schick frente a Lucas.

Lucas conocía su intención y respondió como si no hubiera escuchado nada: “¿Me creerás si te digo que sí?”.

Zachary no le importó y continuó: “¡Solo tengo una pregunta!”.

Lucas respondió directamente: “Bien, hablemos de eso. Te diré todo lo que sé. No tiene sentido mentirle a alguien tan inteligente como tú”.

Lucas continuó: “En ese entonces, cuando los padres de Caroline murieron en un accidente aéreo, ella fue la única que sobrevivió. Sabía que ella estaba desesperada y triste. Quería retirarme del cargo de poder y volver a esta ciudad para acompañarla. Quería casarme con ella cuando ella tuviera la edad suficiente”.

Zachary continuó: “Pero ganamos la pelea y no tuviste oportunidad de volver a la ciudad. Ella se casó con Dixon y ahora está casada conmigo. Ella es mi esposa y la madre de mis hijos ahora. Entonces, ¿dónde te deja eso? ¡Ella no sabe nada de cómo te sientes incluso ahora!”.

“¡Tú me robaste todo, Zachary!”. Lucas estaba serio.

Zachary nunca supo que le había robado o arrebatado algo a alguien. Luchó por todo y esto incluía a Caroline.

“Lucas, ¡ella no tiene nada que ver contigo! El que siquiera te guste es inútil. Ella es mi mujer, mi esposa. ¡Siempre y para siempre!”. Zachary juró su soberanía de manera dominante.

Lucas sonrió y respondió: “Entonces, te voy a felicitar”.

“Lucas, no me siento culpable por lo que pasó en ese entonces porque sabes cómo te las arreglaste para llegar a esa posición en ese entonces. ¡Solo estaba siguiendo las reglas de la naturaleza y reemplazando lo viejo por lo nuevo! Naturalmente, habrá otros después de mí. Espero que también me derroquen. Esto te incluye a ti, ¡yo también te estoy esperando!”.

Lucas sonrió y replicó: “Eres una persona tan arrogante y dominante. ¿No tienes miedo de que te vayas a caer?”.

“No soy tan estrecho de miras como tú”.

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