El arrepentimiento del ex-esposo romance Capítulo 4

¿Alguna vez has sentido que te han metido el corazón en una picadora? Así es como me siento yo ahora al mirarlos. Siento como si me hubieran hecho pedazos el corazón.

Si pudiera tomar el órgano inservible y tirarlo a la basura, lo haría. Porque el dolor que me desgarraba era inimaginable.

Quería huir. Quería apartar la mirada, pero no podía. Mis ojos estaban fijos en ellos y por más que quería apartarlos era como si estuvieran pegados allí. A la escena amorosa que se desarrollaba ante mí.

Observo cómo se separan. Los ojos de Rowan se ablandan mientras mira al amor de su vida. Continúo mirando mientras él le toma la cara entre las manos. La acerca más a él. No la besa, solo apoya la frente en la suya.

Parece tranquilo. Como si por fin estuviera en casa después de mucho tiempo. Como si por fin estuviera completo.

‘Te extrañé’, leo las palabras que se forman en sus labios.

No quiero imaginar lo que estaría pasando entre ellos ahora mismo si se hubieran conocido en otras circunstancias. Si se hubieran conocido cuando aún estábamos casados. ¿Me habría engañado?

Una parte de mí quiere negar ese pensamiento, pero no podía estar segura. Después de todo, estábamos hablando de Emma. Rowan iría al infierno y volvería por ella.

Sin poder soportarlo más. Me levanto y salgo corriendo.

En el momento en que salgo, las lágrimas empiezan a caer. Me dolía un montón y no sabía cómo calmar o detener el dolor. ¿Pero a quién podía culpar? Yo era la culpable por enamorarme de un hombre que no me pertenecía.

"Por favor, haz que pare. Haz que el dolor pare", suplico a cualquier poder superior que me escuche.

Pero no hay respuesta. No hay alivio.

Me llevo las manos al pecho. Siento que el pecho me oprime. Por más que lo intentaba, no me entraba aire en los pulmones. Podía sentir que me moría lentamente. Desvaneciéndome lentamente.

"Esto es lo que pasa cuando quieres a un hombre que no te pertenece", su voz burlona penetra en la niebla.

"Qué quieres Travis... si estás aquí para burlarte de mí o advertirme que me aleje de tu preciosa hermanita entonces puedes caminar de regreso al hospital donde está tu familia. No hay nada aquí para ti". Me limpio los ojos manchados de lágrimas y me pongo la máscara de nuevo en su lugar.

No dejaré que me vea llorar. No le daré la oportunidad de verme quebrarme.

Se sorprende ante mis palabras. La conmoción está grabada en su rostro. Supongo que nunca esperó que le contestara.

"Solo me aseguraba de que entendieras que Rowan siempre le perteneció a Emma. Tu egoísmo se lo arrebató, pero ahora pueden estar juntos. Espero que no te interpongas en su felicidad. Hace tiempo que se la merecen".

Dejé escapar una risa sarcástica.

"Oh, no te preocupes, no me interpondré en el camino de nadie nunca más. Después de esto, ninguno de ustedes tendrá que verme o aguantarme nunca más", dije amargamente.

Me mira fijamente. Tiene las cejas fruncidas por la confusión. "¿Qué quieres decir?".

Estaba cansada y lo único que quería era irme a dormir y olvidar lo que había pasado. Llorar hasta quedarme dormida y despertarme fresca y preparada para afrontar los próximos días.

"Dile a tu madre que iré a ayudarla con los preparativos del entierro, si es que quiere mi ayuda. Y saluda a tu hermana de mi parte".

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