El Arrepentimiento Llega Tarde romance Capítulo 14

Lorena sabía a qué se refería él.

En todo Costadorada, todos decían que todo lo que hacía ahora era por Yago.

Era difícil de explicar.

—Señor Pedro, realmente necesito dinero ahora, solo quiero un trabajo. Grupo Fortaleza ofrece buenos salarios y estoy dispuesta a sufrir.

Quien está dispuesto a sufrir, puede soportar mucho sufrimiento.

Lorena entendía esto, pero aún así quería entrar a Grupo Fortaleza, quería saber qué había pasado realmente con la pierna de Pedro, quería entender qué relación habían tenido anteriormente.

Pedro, sentado dentro del auto, soltó una risa sarcástica.

Lorena sintió de nuevo ese frío, como si sus palabras hubieran tocado otra vez un punto sensible para él.

Él cerró los ojos, su rostro frío e impasible: —Si quieres venir, ven.

Los ojos de Lorena brillaron, se inclinó rápidamente: —Gracias, mañana vendré a realizar los trámites de contratación.

Pedro no respondió, la ventana del auto se cerró lentamente.

Una vez que el auto pasó por el gran portón, habló con César en el asiento delantero.

—No se repita.

—jefe Pedro, solo pensé que sus intenciones no son puras, y que acabará causando problemas con Yago, problemas que después usted tendrá que resolver.

Pedro miró hacia la ventana, su mano descansando ligeramente sobre los documentos al lado, sin decir nada.

César no insistió más, realmente detestaba a Lorena, a un punto extremo, deseaba que esa mujer simplemente desapareciera.

Por otro lado, Yago después de su cita con Gisela, la acompañó a comprar varios bolsos de marca.

Estaba sorprendido, normalmente cada vez que salía solo con Gigi, Lorena interfería.

Esto aumentaba su aversión por Lorena, pero esta noche había sido inusualmente tranquila.

Se había preparado muchas palabras despectivas, que ahora no necesitaba.

Pero mientras tramitaba en Recursos Humanos, se encontró con Yago saliendo del ascensor.

El rostro de Yago cambió de inmediato, sin duda sorprendido de que no hubiera causado problemas la noche anterior y ahora la seguía hasta la empresa.

Agarró su muñeca con urgencia, su tono más agitado: —Lorena, no me importa lo que hagas afuera, pero ya te lo he dicho muchas veces, Grupo Fortaleza no es un lugar para tus escándalos.

Lorena miró su rostro airado, sintiendo una opresión inexplicable en el pecho, y con un movimiento se soltó de su agarre.

Yago entrecerró los ojos: —Este comportamiento solo hará que te desprecie más, y sobre la bofetada que le diste a Gigi ayer, deberías sentirte afortunada de que yo no golpee a mujeres.

El personal de Recursos Humanos entregó la credencial de trabajo a Lorena, quien se la colgó al cuello y levantó la vista hacia el hombre frente a ella.

—A partir de hoy, soy empleada de Grupo Fortaleza. Yago, no vine aquí por ti, no tienes tanto encanto.

El rostro de Yago parecía como si hubiera recibido una bofetada, pero rápidamente procesó la información.

—Si no es para seguirme, ¿una persona tan perezosa como tú, por qué querría empezar a trabajar?