Resumo de Capítulo 161 – Capítulo essencial de El Arrepentimiento Llega Tarde por Internet
O capítulo Capítulo 161 é um dos momentos mais intensos da obra El Arrepentimiento Llega Tarde, escrita por Internet. Com elementos marcantes do gênero Amor, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
Desde que despertó, ella sintió que Pedro no era una mala persona.
Se llevó una mano a la frente y se frotó el entrecejo. No lograba entenderlo, así que decidió dejar de pensar en ello. Planeaba investigar el nombre "Carlos" en cuanto amaneciera.
A la mañana siguiente, justo al salir de casa, se topó con Andrea. Al recordar lo hábil que era esa mujer en los negocios, aprovechó para preguntarle si sabía algo sobre ese tal Carlos.
Andrea tenía buenas conexiones y dijo que preguntaría entre sus amigos.
Media hora después, Lorena ya tenía información sobre Carlos. Y lo que supo la dejó completamente atónita.
¡Carlos resultó ser el hijo de los padres adoptivos de Gisela! ¿Era él ese supuesto hijo con problemas mentales?
Como no era alguien de importancia pública, los datos eran escasos. Solo se mencionaba que Carlos había caído en coma repentinamente hacía seis años.
Pero entonces, ¿cuándo lo había conocido Lorena?
¿Y por qué alguien había pagado tanto dinero para mantenerlo en un hospital?
Volvió a revisar los datos de los padres de Carlos. El padre se llamaba Diego Pérez, la madre, Isabel.
Diego había sido condenado hace cinco años a veinte años de prisión por violación y homicidio doloso. Isabel, por su parte, había pasado los años siguientes intentando limpiar el nombre de su esposo, pero, al no tener pruebas suficientes, terminó perdiendo la cordura. Nadie sabía dónde se encontraba actualmente.
Un padre adoptivo criminal, un hermano con discapacidad, una madre con trastornos mentales... viéndolo así, Gisela realmente merecía compasión.
Pero había algo inquietante: Diego había cometido sus crímenes justo cinco años atrás, el mismo año en que Gisela entró a la casa de las Flores, y Carlos había caído en coma un año antes de eso. Nadie sabía qué había pasado en realidad.
Lorena tenía la cabeza a punto de estallar. No encontraba ni una sola pista clara.
El desayuno del restaurante Esquina Soleada era muy conocido, además de ser bueno para el estómago.
Averiguó en qué reservado se encontraba Pedro. Aún no había entrado, cuando escuchó la voz de un hombre desde dentro.
—Me temo que este plan no sirve. El que escogiste fue propuesto cuando mi hermana todavía estaba en la empresa. Solo ella conocía los planes posteriores. Ahora que ya no está, no sé quién puso ese plan en el sobre. Debe haber sido un error.
Esa voz era de Alejandro.
Lorena apenas había entreabierto la puerta cuando alguien le dio una palmada en el hombro. Era Andrea.
Ella se sorprendió un poco: —¿Andrea? ¿Tú también estás desayunando aquí?
Al escuchar el nombre de Andrea, del interior se oyó el sonido de una taza al caer al suelo.
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