El Beso que Atrapó a mi Señor Perfecto romance Capítulo 30

El segundo piso del Bar Atardecer era una sala VIP, separada del bullicioso bar de abajo como si fueran dos mundos diferentes.

Esther intentó contactar a Josefina, pero nadie respondió a la llamada. No tenía idea de en qué sala VIP se encontraba.

El gerente general del Bar Atardecer se acercó respetuosamente al verla: "¿Señorita Galán, está buscando al Señor Fierro?"

Esther negó con la cabeza y preguntó: "¿Ha visto a la señorita de la familia Pérez en alguna de las salas VIP?"

El gerente respondió: "No, hoy no hemos atendido a nadie de la familia Pérez."

Probablemente Josefina subió a escondidas a buscar a Adrián, sin seguir el proceso de registro habitual.

Esther pensó un momento y luego preguntó: "¿En qué sala VIP está Adrián?"

El gerente respondió con sinceridad: "Señorita Galán, el Señor Gómez está en la Sala SNOW."

La Sala SNOW era la sala VIP más grande y lujosa del Bar Atardecer, reservada para la élite social.

Justo cuando Esther estaba a punto de ir a la Sala SNOW para ver si Josefina estaba allí, escuchó a Irene Galán causando un alboroto detrás de ella. "¡Vine a buscar a alguien! ¡Abran paso, no me estorben!"

El camarero trató de disuadir con incomodidad: "Señorita, la Sala SNOW es una sala VIP privada, usted no está en la lista de invitados, no puede entrar."

Esther se volvió y se encontró con la mirada de Irene Galán.

Irene se quedó un poco atónita, luego frunció el ceño de inmediato, "Esther, ¿qué haces aquí?"

Recordando la última vez que Esther hizo que su coche fuera remolcado por la policía y la hizo comprar un montón de ropa de marca que no le quedaba, ¡todavía tenía cuentas pendientes con esta mujer astuta!

Esther se mantuvo impasible, "Lo mismo que tú, también vine a buscar a alguien."

Irene Galán parecía haber escuchado un chiste muy divertido, miró con desdén la ropa de Esther. "¿A quién podrías buscar aquí? Esa Sala SNOW de ahí es una sala VIP de lujo, todos los que están ahí son ricos o nobles. ¿Tú, vestida así, también quieres colarte? ¡Eso es para morirse de risa!"

El vestido de Esther era sencillo pero elegante, aunque no se preocupaba por la moda, la tela de su ropa era siempre de la mejor calidad.

¡Solo que no tenía un llamativo logo de marca!

El gerente del Bar Atardecer se acercó respetuosamente y preguntó: "¿Señorita Galán, necesita que le ayudemos a manejar este problema?"

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