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El Desquite de una Madre Luchona romance Capítulo 68

La ropa de Rocío desentonaba por completo con el ambiente elegante de la fiesta. Era evidente que no encajaba en ese lugar, pero a ella no le importaba en lo absoluto.

Su único propósito esa noche era encontrar a Lázaro.

No habían pasado ni dos minutos cuando lo vio. Como era de esperarse, Mireya estaba tomada del brazo de Lázaro, luciendo siempre a su lado.

No por nada era la novia de Lázaro.

Aunque la competencia de vestidos era feroz, nadie podía negar que el de Mireya era el más sofisticado y lujoso de toda la noche.

En el instante en que Rocío vio a Lázaro y Mireya, ellos también la notaron.

Lázaro, que hasta entonces mantenía una sonrisa cordial mientras conversaba con otros invitados, cambió su expresión de inmediato al verla. Su mirada se volvió dura y su rostro adquirió un aire de desdén.

Mireya apenas le lanzó una mirada rápida a Rocío antes de apartar la vista, como si ni siquiera mereciera su atención.

No la consideraba una rival.

Para Mireya, Rocío solo era una molestia. ¿Cómo se atrevía a aparecer en un evento así sin siquiera vestirse apropiadamente? Si Lázaro no la despreciaba, sería raro.

Pensó que Rocío era una mujer vulgar y desesperada, dispuesta a humillarse a sí misma con tal de llamar la atención. Si ella misma quería hacer el ridículo, ¿quién podría detenerla?

Mireya soltó una breve carcajada desdeñosa.

Sin dirigirle otra mirada a Rocío, continuó aferrada al brazo de Lázaro y platicando animadamente con los demás invitados.

No muy lejos, Jimena también notó la presencia de Rocío, y su expresión se iluminó con picardía.

—Jeje, mira nada más, la cazafortunas regresó, ¡esto se va a poner bueno! Mireya, seguro viene a buscarte a ti y a tu novio. Déjamela a mí, quiero divertirme un poco. ¡Mira cómo viene vestida! De verdad ni se da cuenta de lo mal que se ve. Voy a molestarla tantito.

Dicho esto, Jimena se adelantó y se plantó en el camino de Rocío.

—Oye, cazafortunas, de verdad no te pierdes ni una fiesta, ¿eh? ¿Qué, ya encontraste a tu millonario? Mira, por lo que veo, sigues igual de desubicada. Te doy un consejo: si quieres venir a estos lugares a buscar quien te mantenga, por lo menos vístete un poquito mejor…

Pero Rocío ni siquiera se molestó en escucharla.

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