A causa de todo lo que había sucedido, Lan Xi se había dado cuenta del valor potencial de Tangning, por lo tanto, quería descubrir un secreto de Tangning al que aferrarse, con la esperanza de que algún día le ayudara a controlarla.
El día anterior a su viaje a Londres, Long Jie estaba un poco angustiada cuando le dijo a Tangning:
—Me he dado cuenta recientemente de que alguien me ha estado acosando...
Tangning tensó sus cejas. Tenía la sensación de que sabía por qué Long Jie estaba siendo acosada: Lan Xi debía de haber sospechado que la relación entre Long Jie y Lu Che era falsa.
—Han pasado varios días desde el incidente. ¿No has visto a Lu Che ni una sola vez? — preguntó Tangning.
—Bueno, ese día... el día que traje a mi abuelo a casa, Lu Che estaba esperando en el frío fuera de mi casa por pura amabilidad. Él simplemente quería ver si estábamos a salvo. Pero el abuelo creyó las palabras de Lan Xi y ese imbécil, que le dijeron que yo era la amante de Lu Che. Ahora mi abuelo se niega a salir de Beijing e insiste en mantenerme en observación.
—Long Jie, la única razón por la que conseguimos que Lu Che anunciara que era tu prometido, no fue solo para cubrirnos a mí y a Mo Ting, sino también para protegerte. Si te sientes molesta por ello...
—No, no me molesta en absoluto. Siento que Lu Che ha salido perdiendo con toda esta situación...—negó Long Jie agitando la mano.
—Entonces, ¿por qué no fingimos que viven juntos?
-¿Eh?
— Es sólo fingir...—repuso Tangning restándole importancia. En realidad, ella intuía que Long Jie tenía cierto interés en Lu Che, así que quería aprovechar la situación para crear una oportunidad para ellos.
—Me... me temo que esto no es una muy buena idea — balbuceó Long Jie con las mejillas coloradas.
—Son una pareja comprometida. Es oficial.
Al escuchar esto, Long Jie se sorprendió mientras agitaba sus manos vigorosamente.
—Tangning, no lo hagas. De lo contrario, las cosas serán aún más incómodas entre Lu Che y yo. Verdaderamente, sólo lo considero un amigo. Si quieres que te siga el juego, lo haré con mucho gusto, pero si quieres que finja que convivo con Lu Che, creo que te has pasado un poco de la raya.
Tangning estaba en medio de empacar sus maletas. Después de escuchar la explicación de Long Jie, ella asintió con la cabeza.
—No me culpes por no darte una oportunidad.
—¿De qué estás hablando? Lu Che es menor que yo— resopló Long Jie como si hubiese oído algo ridículo. Pero en realidad, cuanto más nerviosa estaba, más obvio era que tenía algo de esperanza de que algo sucediera. Era solo que ella sentía que no se comparaba con él, y se sentía un poco inferior.
—Cuando regrese, le preguntaré a Lu Che qué tipo de chica le interesa.
—Eh, ¿no te acompaña el Gran Jefe?—dijo Long Jie, cambiando de tema con rapidez para hacer que la conversación sea menos incómoda. Tangning pensó en todas las invitaciones y citas apiladas en el escritorio de Mo Ting, y negó con la cabeza.
—Ya casi es fin del año y los eventos están apareciendo rápidamente. No quiero que esté cansado. Además, para evitar que me siga, he adelantado un poco mi vuelo: no lo olvides.
—No te preocupes, ya lo he empacado todo —aseguró. Finalmente sintió que ya podía relajarse, ahora que Tangning ya no insistía en el tema de ella y Lu Che.
No solo tenía casi treinta años, no era altamente educada y no teñí logros; lo más importante era le gustaba comer demasiado. Ella sentía que era imposible que un elitista como Lu Che se interesara en ella.
A veces, sentía el impulso de perseguir algo asombroso, pero sentía que ya había pasado la edad en la que se lanzaría a hacerlo, sabiendo que no tenía ninguna posibilidad...
No mucho después de que Long Jie dejara Hyatt Regency, apareció Lu Che con un plato de sashimifl] fresco que se transportaba directamente desde Japón. Al ver a Tangning sola en la sala de estar, su expresión se apagó:
—¿No estaba Long Jie aquí hace un momento? ¿Cómo es que ya se ha ido?
Tangning miró el sashimi. Era obvio que con su plan de dieta nutritiva, no había manera de que se comiera esto. Así que le sonrió a Lu Che: — Se acaba de ir a casa. ¿Por qué no vas tras ella?
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