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El joven doctor romance Capítulo 5

Silencio. Las palabras de Qin Jun provocaron que el patio entero quedara en un silencio crepuscular.

«¿Cómo se atreve a llamar al señor Tang por su nombre completo?»; «¿Cómo se atreve?»; «¿Y todavía le dijo al señor Tang que fuera a donde él está? ¿De dónde salió este mocoso? ¿Quiere morir?»; «Incluso los pordioseros y locos que vivían en la calle saben que no deben ofender así a un joven amo de la familia Tang. ¡Hablarle así a Tang Tianhao en su cumpleaños es lo mismo que querer morir!»

El rostro de Tang Tianhao se ensombreció. Nunca nadie se había atrevido a hablarle de ese modo en años. «Este novato tiene agallas. ¿¡Quiere morir!?» El guardaespaldas se movió de inmediato sin esperar a que Tang Tianhao hablara, levantando su brazo para darle un puñetazo a la cara de Qin Jun.

Los guardaespaldas de la familia Tang eran soldados o artistas marciales que entrenaron desde jóvenes, y todos eran poderosos en extremo. Casualmente, este guardaespaldas en especial fue entrenado en artes marciales y sirvió en el ejército. Muchos luchadores no podían vencerlo. Lanzó su puñetazo sin reservas y con facilidad habría destruido a alguien de la complexión de Qin Jun. «¡Quien se atreva a causar un alboroto en el cumpleaños del señor Tang merece morir!»

Sin embargo, mientras acercaba su puño al rostro de Qin Jun, lo que encontró en vez de eso fue una aguja de plata tan delgada como un cabello.

¡Zas!

Pensaron que ese puñetazo derrumbaría por completo a Qin Jun. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, el que se encontraba en el suelo era el guardaespaldas. Nadie vio lo que sucedió. Según todos, lo único que el guardaespaldas hizo fue balancear su brazo en el aire y terminó en el suelo, inconsciente y con espuma saliendo de su boca. Por supuesto que nadie notó la delgada aguja que había perforado el puño del guardaespaldas. Los movimientos de Qin Jun fueron tan rápidos que nadie pudo reaccionar a tiempo: en un instante, el mejor guardaespaldas de la familia Tang estaba ahora en el suelo. Fue entonces cuando todos comenzaron a prestarle atención al joven harapiento que estaba frente a ellos.

—¿Quién eres y cómo te atreves a causar una escena en mi casa?

—Solo lo diré una vez más. Trae tu trasero aquí. —Qin Jun levantó su rostro con una mirada fría.

El ver lo fácil que fue para Qin Jun derrotar al guardaespaldas fue suficiente para instaurar terror en el corazón de todos sin importar nada más. «¡Este chico es malvado!» Tang Tianhao bajó su copa de vino y se puso de pie, aún sin tomar en serio a Qin Jun, aunque no se veía diferente. Con la cabeza en alto y el pecho lleno de inflado, el hombre caminó hacia Qin Jun con la elegancia propia de una de las mejores familias de la ciudad.

—Tú sí que tienes agallas de montar una escena en mi celebración de cumpleaños. ¿Eres consciente de que estás a punto de sufrir las consecuencias? —Al momento de escuchar que esas palabras salieron de su boca, Qin Jun levantó un brazo y le dio unas ligeras palmadas a Tang Tianhao en el hombro. Parecía ser una simple palmadita, pero Tang Tianhao la sintió en extremo pesada. ¡Zas! Con un simple toque en el hombro, cayó de rodillas al suelo con un fuerte golpe, dejando a todos boquiabiertos.

«¿El señor Tang… de rodillas?»

Mientras Tang Tianhao temblaba, el dolor de sus rodillas se extendía por todo su cuerpo. Su cara se enrojeció al mismo tiempo que los dientes le castañeaban sin control. Qin Jun solo le dio una palmadita pero el hombre sintió como si una montaña lo hubiera aplastado. No tenía cómo defenderse. «¿¡Quién es este mocoso!?»

Qin Jun bajó la mirada hacia Tang Tianhao y habló con frialdad:

—Tú sí que tienes agallas de encerrar a la tía Feng en una jaula. ¿Eres consciente de que sufrirás las consecuencias? —Era evidente que eran las palabras que Tang Tainhao le había dicho y ahora él se las estaba repitiendo. La expresión de Tang Tianhao cambió.

«¿La tía Feng? ¿Está hablando de la niñera de la familia Qin?»

Tang Tianhao levantó la cabeza con una expresión de dolor en el rostro.

—¿Quién rayos eres?

«¡Qué tonto!» «¿Quiere que toda la familia del señor Tang se arrodille y se disculpe? ¿Quién se cree que es?»

Capítulo 5 Sin compasión 1

Capítulo 5 Sin compasión 2

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