El Juego de los Exes romance Capítulo 186

A la mañana siguiente, Gabriela seguía bajando las escaleras solo después de que Sebastián se fuera.

Había quedado con Lucía en la cafetería.

"Lucía, necesito que me ayudes a encontrar a alguien para que juegue el papel de mi esposo por un tiempo."

Con esas palabras recién salidas de su boca, Lucía, que estaba tomando café, casi lo escupe.

Tosió por un momento antes de mirar a Gabriela con incredulidad.

"¿Sebastián todavía no sabe quién eres?"

Gabriela asintió, sus manos apretando la taza de café delante de ella.

En su corazón, Sebastián era el jefe, un hombre con grandes recursos financieros.

Pero cada noche, al recordar esa noche con él, le resultaba difícil olvidarlo.

Aparte de que las cosas se complicaron tanto que le hicieron daño, Sebastián era realmente bueno en lo que hacía.

Y aquel beso que duró solo treinta segundos, aunque fue breve, era como un anzuelo, tirando de su corazón de vez en cuando.

Gabriela controlaba estas emociones con su razón, por lo que su mirada hacia Sebastián seguía sin cambiar.

Una vez que ella hubiera arreglado la casa de Sebastián, una vez que la persona que él amaba regresara al país, y él le explicara la verdad a su padre, Gabriela podría irse directamente.

No tenía en mente ninguna relación más profunda con él, además, ella también tenía sus propios secretos.

Lucía se sorprendió un poco, se dio cuenta de que Gabriela estaba hablando en serio, así que comenzó a pensar en posibles candidatos en su mente.

Gabriela miraba a Lucía, que estaba muy arreglada, con las uñas cuidadas por un profesional, además de la ropa y los bolsos caros, no parecía que viniera de una familia normal, se podía ver a simple vista que su familia debía estar muy bien económicamente.

Pero Lucía estaba con Ariel Lira, quien hasta ahora creía que ella es una camarera, ¿realmente no entiende estas cosas o está jugando un juego con ella?

El entorno en el que crecieron Gabriela y Lucía no era el mismo, ella fue traicionada en la escuela, y también conoció a todo tipo de personas cuando empezó a trabajar, por lo que era muy cautelosa con la gente.

Mientras que Lucía era como una princesa ingenua, su familia era estricta con ella, debido a su buena situación económica, ningún chico se atrevía a acercarse a ella en la escuela.

"Gabi, no tengo a nadie adecuado aquí, todos los que conozco son del mismo círculo, es probable que se encuentren con Sebastián en el futuro y la verdad saldrá a la luz. Si realmente quieres mantenerlo en secreto de Sebastián, entonces deberías pagar a alguien tú misma."

Justo después de que Lucía terminara de hablar, sus ojos brillaron con una chispa de inspiración, y enseguida se le ocurrió una idea. "Es cierto, Ariel tiene un buen amigo, su situación económica familiar es más o menos la misma, y no es de nuestro círculo, podríamos pedirle que nos ayude."

Gabriela no discutió, Ariel estaba lejos de su círculo, así que las posibilidades de ser descubierta eran muy bajas.

"Bueno, ponte en contacto con él por mí."

Lucía llamó a Ariel.

En ese momento, Ariel tenía un cigarrillo en la mano, jugando a las cartas con un grupo de personas.

El ambiente estaba lleno de humo, colillas y botellas de agua mineral regadas por el suelo, y había montones de efectivo sobre la mesa.

Alguien soltó una broma.

"Oye, Ariel, me enteré de que estás saliendo con una chama de familia pudiente, ¿eh? Qué suertudo eres, mano."