El Juego de los Exes romance Capítulo 669

En el auto, Sebastián miraba un montón de papeles en el suelo y los recogió uno por uno.

Luego, sacó su teléfono y comenzó a buscar cosas en internet.

¿Cómo reacciona una mujer cuando está celosa?

¿Debería despedir a mi secretaria por lanzarme documentos a la cara?

¿Cómo se maneja el comportamiento indebido de una secretaria?

Buscó estas tres preguntas, pero solo la primera obtuvo una respuesta.

Pero esta obviamente era la respuesta de una persona común. Sebastián, quien tenía un entendimiento insuficiente de las mujeres, erróneamente pensó que esto era la verdad.

— ¿Qué más se puede esperar de los celos? Llorar, hacer pucheros, comprar un regalo y todo estará bien.

Sebastián apagó la pantalla de su teléfono e inmediatamente asoció la palabra "hacer pucheros" con Gabriela.

¿Así que ella estaba realmente celosa?

Pasó dos horas jugando un juego con aquella mujer, y el resultado fue bastante bueno.

Nunca tocó a esa mujer. Ya había oído antes que era una mujer promiscua, que tenía un cierto encanto, pero también tenía sus trucos.

Sebastián entró a la sala de descanso y le dijo que no estaba interesado en ella, y ella se retiró de inmediato.

Luego, él le pidió que cooperara un poco y, para su sorpresa, ella cooperó muy bien, sentada sola en la cama, gritando hasta quedarse ronca.

Ella era realmente buena manejando las relaciones interpersonales. Probablemente ya había adivinado la relación entre él y Gabriela. Cuando salió, incluso le lanzó una mirada coqueta a Gabriela.

Solo que Gabriela no se dio cuenta.

Sebastián ordenó todos los documentos y luego pidió a Álvaro que condujera.

Cuando Álvaro pisó el acelerador, escuchó a Sebastián preguntar: "¿Crees que a Penny le gustaría yo?"

¿No se había divorciado ya Penny? ¿Por quién se divorció?

Si ya tienen una relación, entonces ella solo podría haberse divorciado por él.

¿Realmente tenía tanta influencia?

Una sonrisa se dibujó en la boca de Sebastián y se recostó en el respaldo de su asiento.

"Aunque ya se casó y se divorció, no puedo casarme con ella, pero no hay problema en que sea mi amante".

Álvaro permaneció en silencio. Realmente no veía que a Penny le gustaría el Sr. Sagel.

"Sr. Sagel, esta situación puede requerir más tiempo para observar cómo se desarrolla".

Sebastián entrecerró los ojos, y sus pestañas cayeron repentinamente. Su voz se volvió un poco más baja.

"Me enfadaré si no le gusto".

Ya habían tenido relaciones, aunque no recordaba mucho, estaba seguro de que no había tenido relaciones con ninguna otra mujer.

Álvaro no sabía qué responder, solo apretó el volante en silencio.

*

Después de que Gabriela se fue, todavía había un fuego ardiendo en su corazón.

Pensar en Sebastián incluso acostándose con otra persona en una reunión social la hacía sentir náuseas.

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