El Mago Legendario romance Capítulo 33

Arvandus regresó a la Montaña del Águila no mucho después, los equipos de recolectores de hierbas empezaron a llegar uno tras otro y al parecer la cosecha había sido buena, pues todos traían una sonrisa en sus rostros. Los aprendices encargados de la protección también habían sacado su tajada, consiguiendo algunas plantas de Hierba Mística ordinaria.

Nadie le prestaba atención a Arvandus y él tampoco se preocupaba por ellos, simplemente se sentaba al lado de un barril, masticando su ración seca y disfrutando del hermoso paisaje de la Selva de los Susurros.

Esa noche, de los quince equipos de recolectores, volvieron once; cuatro no regresaron, incluyendo a Zephyro y Silvandia que jamás volverían.

Recolectar hierbas siempre tenía sus peligros y cada aprendiz estaba preparado mentalmente para ello. Entre los once equipos que regresaron, también había bajas; nueve aprendices habían perdido la vida en el bosque y sus cuerpos nunca fueron recuperados.

"¿Silvandia aún no ha vuelto? ¿Con quién estaba en el equipo?"

"Creo que estaba con Zephyro."

"Qué suerte tiene Zephyro, recolectando hierbas en compañía de una belleza. Apuesto a que se quedó a propósito, un día más juntos es un día ganado, jaja."

"Esperemos un poco más, deberían estar por llegar."

Por la noche, se encendieron hogueras en la cima de la montaña y los aprendices de la Montaña de la Bendición Druida se reunían por separado, contabilizando la cosecha de cada grupo. Tenían una misión, debían regresar con al menos diez onzas de Hierba Mística exquisita, preferiblemente arrancadas de raíz y al menos cien Hierba Mística ordinaria y fruta etérea. De no cumplir con la cuota, se enfrentarían a castigos al regresar, pero si lograban sobrepasar la meta, recibirían recompensas especiales.

Los aprendices guardianes se juntaban para charlar y reír, disfrutando de una deliciosa cena, cuando una aprendiza llamó a Arvandus con una sonrisa: "Oye, Arvandus, ¿por qué no vienes a sentarte?"

Arvandus, medio dormido, abrió un ojo y negó con la cabeza antes de seguir sumido en su letargo.

"Estamos muy curiosos sobre cómo lograste avanzar a Mago Primario, ven y cuéntanos. Te daremos un pedazo de carne." Lo llamó otro aprendiz.

"¿En serio ya eres un Mago Primario Nivel III? ¿Te interesaría practicar conmigo? Prometo ir suave."

"Vamos, te haremos un espacio."

"Este chico me intriga, es un joven líder de la ciudad que aguantó ocho años como sirviente, tiene una paciencia increíble. ¿Qué creen, es realmente despreocupado o tiene un lado oscuro, acumulando fuerzas para vengarse algún día?"

"Es difícil de decir. Oye, Arvandus, ven aquí, queremos preguntarte algo, ¿odias a la Secta de los Sabios Azure?"

Los aprendices se animaron y empezaron a llamar a Arvandus.

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