Globos de colores y decoraciones infantiles de superhéroes y princesas cuelgan por doquier adornando el lugar.
Pequeños cupcakes divertidos y sabrosos yacen sobre charolas colocadas sobre las mesas decoradas con manteles coloridos.
Los juegos inflables están listos al igual que una gran alberca de pelotas.
El perrito pigmeo juega con el gatito debajo de las mesas de dulces y regalos.
Las abuelas caminan con algo de dificultad y dolor antes de tomar asiento sobre sus sillas especiales en el amplio y adornado jardín.
Ellas aún siguen adoloridas por la pasada batalla con Edward, todavía hablan del malvado alter ego del hombre.
Ese malvado ser que ellas desencadenaron cuando simularon asesinar a Lorelay junto con bebé Emily, quienes son el faro de luz que guía la vida de Edward.
Arana le sonríe al celular cuando abre el chat de Amairani pues lo primero que ve es la foto de Alondra, su amada nieta vestida con un precioso y encantador vestido de princesa Rapunzel, con cabello dorado largo y un camaleón de juguete.
Dos fotos de los orgullosos papás con su hermosa heredera, besándole cachetitos rosados y gorditos llegan al chat.
La pequeña boquita roja de Alondra tambien lanza un beso por lo que la abuela Arana emite un "aawwww" al verla.
Su nieta.
Su única nieta ya habla, camina bien, corre de repente haciendo que la abuela acelere su paso para cuidarla pues no quiere que se caiga y lastime.
"Abu..."
Balbucea Alondra haciendo que el corazón de la abuela se llene de tanto amor por su bella nieta.
Su nieta crece tan rápido...
Las demás abuelas también contemplan en su celular las fotos de sus nietos y bisnietos.
Esta es la última fiesta a celebrarse por el momento.
Poniéndose de pie con cierta dificultad la abuela Arana hace sonar la campanilla de la mesa, Thomas aparece llevando tazas en una charola las cuales deja frente a cada abuela.
"A la salud de los Baek-Situ."
"A la salud de los Baek de todo el mundo!"
"A la salud de los Situ que no se extinguirán!"
Las tres abuelas chocan las tazas después de sus brindis, las tres beben el elixir rápidamente.
"Thomas eres un ángel, gracias!"
Agradece la abuela Freda al hombre cuando entregando la taza en la charola, Thomas sonríe antes de alejarse.
Pero antes de irse, Thomas ordena a uno de los hombres que atrae a Pigmeo junto con el gatito para que no causen daños durante la fiesta de los herederos.
"No Thomas déjalo, es tan viejo como nosotras ya..."
"Además Lorelay le ha tomado cariño y al perrito Pigmeo."
La abuela Situ indica mirando a la mascota de la familia que jadea por aire.
"Pigmeo eres un perrito gordo y viejito."
Las abuelas ríen cuando Pigmeo se echa en el suelo antes de rodar hacía arriba mostrando su pancita.
Solo un momento después el perrito se levanta para caminar hacia su casita para echarse sobre su cama.
El gato lo imita por lo que ambas mascotas van a dormir la siesta.
"Aún me sorprende la malvada habilidad de pelea de Edward y el agudo instinto de percepción de James."
Comenta la abuela Freda después de mirar a Pigmeo que entraba a su casita.
"Lo que más me asombra es que pudiera pelear contra nosotras tres."
Indica la abuela Situ.
"Ese niño estuvo mucho tiempo encarcelado y sabe bien como es una situación de rehenes."
"Por eso es que no pudimos sorprenderlo con la guardia baja como lo hicimos con Bruce."
Indica la abuela Freda.
Después del último incidente con Edward, se puso a prueba a James y Paul.
Ambos hombres fueron designados para organizar la fiesta de cumpleaños de los bebés de la gran familia.
Los dos se reunieron en la empresa de diseño después de dejar a sus esposas y bebés en la villa de la abuela Situ.
Sentados cada uno en sus sillas dentro del despacho de James ambo hablaban de ponys, juegos de feria, regalos, payasos, shows de malabares y demás cosas para la primera fiesta de los herederos.
Algo que sorprendió a los dos chicos es que sus hijos crecieron tan rápido, casi de la noche a la mañana.
Y además se han vuelto demasiado listos, despiertos y reclaman total atención de sus padres pues pasan poco tiempo con ellos.
Mientras terminaban de organizar todo para la fiesta día los celulares de Paul y James emitieron una notificación de una alerta que hizo que sus corazones dieran un vuelco debido al temor.
Alguien atacó la villa de la abuela Situ, todas las mamás, bebés y abuelas están en peligro.
Para mala suerte de ellos ninguno de los otros hombres contesta el maldito celular.
Sin perder tiempo en maldecir los dos corrieron a los autos para dirigirse a la villa mientras el corazón les latía furiosamente contra el pecho.
En el camino James observa que varios autos los siguen de cerca mientras Paul maneja deprisa.
Sin perder la calma, James no comenta nada a Paul quien maneja velozmente esquivando el tráfico de la tarde.
Paul no se percata de que alguien los sigue pues lo único que ocupa su mente es llegar cuánto antes para asesinar de formas crueles e inhumanas a los hijos de puta que se atrevieron a perturbar la tranquilidad de su amada esposa Carolina y su bebé Luke.
Mientras pisa el acelerador a fondo Paul también determina que asesinara a los idiotas e incompetentes guardaespaldas pues tal vez ellos ayudaron a los atacantes.
"Paul maneja más despacio!"
"Se que quieres llegar lo antes posible pero tenemos que llegar en una sola pieza o no seremos de ayuda."
Indica James a Paul quien no le presta atención alguna a la petición de su amigo.
Llegando a salvo y en tiempo record, los dos encuentran el portón de la villa Situ abierto en su totalidad.
Cuando descienden del auto los dos caminan sigilosamente dentro, a su paso encuentra huellas de botas militares, frazadas de bebé tiradas en el césped junto con un zapato de Carolina y Maggie.
Solo eso, la villa Situ parece estar despierta y en sospechoso silencio.
"Carolina!"
"Luke!"
"Carolina!"
"Luke!"
"Lorelay!"
Emily!"
"Abuelas!"
Paul grita mientras revisa todas y cada una de las habitaciones de la villa así como los jardines.
Ni el perro Pigmeo o el gato parecen estar en la casa.
"No maldición, no!"
Grita desesperado Paul antes de tomar su celular para llamar a Tommy.
"Encuentra a mi esposa e hijo de inmediato Tommy!"
"Encuentra a todo el mundo AHORA!"
Ordena Paul con voz temblorosa, James observa toda la escena con absoluta calma y total silencio.
"No puedo creer que esté ocurriendo esto!"
"No, no puede ser!"
El mundo gira vertiginosamente para Paul momentos antes de aterrizar dolorosamente contra el suelo, un hombre ataviado con ropas de militar lo toma de la pierna para arrastrarlo hacía un lugar apartado
James mira lo que le sucede a Paul antes de esquivar a tiempo el golpe que un oponente sorpresa intenta asestarle
Sin temor alguno James se prepara para hacerle frente al enemigo.
"Fallaste hijo de puta."
Se burla James antes de retroceder un poco debido a la patada en el estómago que sorpresivamente recibe.
El chico se sorprende de la fuerza de aquel hombre quien se ve pequeño y delgado.
Dejando en el suelo su saco y chaleco, James dobla las mangas de su camisa para pelear con soltura contra el hombre enmascarado.
La pelea uno a uno no dura mucho tiempo pues se unen dos hombres más.
James se limpia la única gota de sudor que se desliza por su frente antes de atacar con frialdad metódica a los tres enemigos al mismo tiempo.
James aprendió desde muy corta edad como enfrentarse a las emboscadas o intentos de secuestro por lo que ahora está tranquilo mientras se defiende de los ataques.
Con maestría y gala James golpea duramente contra las pantorrillas, pecho, nuca, boca del estómago de sus enemigos quienes resisten sin emitir ni una sola exclamación o gemido de dolor.
Frustrado porque los atacantes no se cansan, James piensa la mejor forma de acabar con los tres al mismo tiempo.
En un descuido de los atacantes James echa a correr a la casa para tomar una frazada de Cristine.
Estirando la tela con sus manos, James se prepara para enfrentar a los atacantes en terreno conocido.
Sin saber cómo, en dos movimientos unos de los atacantes esta envuelto con la frazada sin poder moverse en absoluto.
James usa este improvisado escudo humano para golpear a los otros dos atacantes.
Divertido por esto James ríe, el escudo humano se cansa de ser usado por lo que intenta patear la entrepierna del burlón chico.
James bloquea con su rodilla el golpe bajo, pero a cambio los otros dos atacantes lo golpean.
"Bastardos..."
Resopla James tratando de defenderse de los ataques conjuntos, cansado de eso el chico decide que es tiempo de terminar la pelea.
Hacía tiempo que nadie ponía a prueba su resistencia física y su fuerza al combatir debido a que estaba feliz y en paz.
El chico trata de pensar en un plan para acabar con esa pelea de una vez por todas.
Con una rápida y certera barrida de James a los pies del atacante lo hace caer al suelo.
Los otros dos se abalanzan contra James quien hábilmente se libera del abrazo mortal.
Unos llantos de bebé se escuchan de pronto a lo lejos, James puede ver a su esposa quien carga en brazos a su pequeña Cristine, ambas son encañonadas por un hombre vestido de negro.
Maggie intenta hablar pero el hombre la golpea en la cabeza, la chica se comporta sumisamente.
James determina que esa mujer no es su esposa.
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