El Regreso de la Heredera Coronada romance Capítulo 722

Justo cuando estaban sus pulmones, a punto de colapsar, recibieron esa bocanada de aire, Ángeles abrió los ojos. Aunque todo seguía oscuro, podía sentir que era Vicente quien había llegado.

¡Este desgraciado!

¡Por fin se había dignado a aparecer!

Ángeles quería golpear a alguien, pero le faltaban fuerzas en todo el cuerpo.

Vicente sostuvo la cintura de Ángeles y nadó llevándola hacia adelante, dándole de vez en cuando bocanadas de aire. Esto permitió que Ángeles recuperara la conciencia y siguiera los movimientos de Vicente.

Splish.

Al emerger, Ángeles pudo respirar con tranquilidad; qué maravilloso era poder inhalar el oxígeno del aire.

Una vez recuperada, Ángeles levantó la vista y se dio cuenta de que la mayoría de los subordinados de la familia Pérez estaban allí.

Ángeles giró la cabeza hacia Vicente y, antes de que pudiera hablar, él la abrazó fuertemente.

El cuerpo del hombre era grande y su corazón latía fuerte y poderoso dentro de su pecho, pero su cuerpo estaba frío, no solo por haber estado en el agua por un largo tiempo, sino además por el frío que transmitía su miedo.

Ángeles se quedó atónita y luego escuchó a Vicente decir: —Me alegro de que estés bien, me alegro tanto.

En ese instante, Ángeles se alegró.

Le dio unas palmadas en la espalda a Vicente y ella dijo: —Estoy bien, no te preocupes por mí. ¿Me dejarías de nuevo atrás?

—No lo haré, nunca más.— respondió Vicente, besando desesperado el cabello de Ángeles.

Anteriormente, Vicente había visto a su padre, desaparecido desde hace mucho tiempo, y el impacto fue tan grande que no pensó en nada más y simplemente salir corriendo, dejando solo a sus subordinados para proteger a Ángeles.

Después de haber salido corriendo, algo en la isla, ya sea un mecanismo extraño o un campo magnético extraño, bloqueó todas las señales. Vicente había intentado varias veces regresar, pero el camino por el que había venido se había transformado en un acantilado, y de repente debajo del acantilado había un mar sin fin.

Fue precisamente por esto que tardó en encontrar el camino de regreso.

Más tarde, después de descifrar los mecanismos de la isla y resolver con detenimiento el misterioso laberinto, siguió las huellas hasta que encontró a sus subordinados, pero a Ángeles no la vio por ningún lado.

Al oír que sus subordinados decían que Ángeles había caído en aquel terrible agujero, Vicente no dudó ni un segundo y saltó desesperado.

Cuando se lanzó, la cueva ya estaba inundada, y en el agua, vio a Ángeles luchando sin moverse.

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