El romance del dulce remolino: Señor, ¿le gustaría ser mi pareja en el matrimonio? romance Capítulo 131

Tang Ruochu estaba a punto de llorar mientras se apoyaba en su pecho. Ella trató de convencerse a sí misma de que esto era solo un accidente.

Al ver que su cuerpo temblaba ligeramente, Lu Shijin dijo en voz baja y ronca: "Mi señora, no se preocupe. No le haré nada".

Tang Ruochu se mordió el labio inferior y asintió. "Lo sé".

Ella estaba un poco nerviosa, razón por la cual no podía evitar que su cuerpo temblara.

"..."

Cuando él vio su comportamiento tímido, la mirada de Lu Shijin ensombreció. Después de desabotonarle la ropa rápidamente, él dijo con voz un poco ronca: "Levanta un poco las manos".

Ella lo hizo obedientemente y le permitió que le quitara la ropa.

La mirada de Lu Shijin se ensombreció. Después de un pequeño momento de duda, él extendió sus manos y desabrochó los botones de la parte de atrás.

El baño ya no era lo suficientemente grande. Con el vapor que aumentaba, parecía que estaban rodeados de niebla. Esto hizo que la hermosa figura de Tang Ruochu fuera más atractiva, como si estuviera medio escondida detrás de un laúd de pipa.

Lu Shijin respiró profundamente y comenzó a bañarla.

Sus acciones fueron muy suaves y delicadas, como si tuviera miedo de lastimarla. Él estaba excepcionalmente concentrado.

Todo el cuerpo de Tang Ruochu estaba muy rígido y tenso. Ella ni siquiera se atrevió a mirar hacia arriba.

Ella estaba tan nerviosa que casi se le olvida respirar...

Por suerte, las acciones de Lu Shijin fueron rápidas. Él rápidamente la limpió y fue a buscar una toalla para cubrirla.

Ella rápidamente presionó su pecho y respiró hondo repetidamente. Después de un tiempo, ella finalmente se calmó.

Tang Ruochu se bañó rápidamente. Sin embargo, ella igual humedeció su herida accidentalmente. Después de que ella salió, la gasa en su pie ya estaba manchada de sangre.

Durante el proceso de ayudarle a aplicar la medicación, él soplaba suavemente sobre su herida, probablemente porque tenía miedo de que ella sintiera dolor.

Tang Ruochu observó sus movimientos en silencio. Ella sintió una cálida sensación que fluía en su corazón. Era un poco dulce y su corazón no podía dejar de latir.

Este hombre siempre mantuvo un rostro duro y frío, pero tocó su corazón en varios momentos sin darse cuenta.

Ella parecía ser cada vez más incapaz de dejarlo...