El romance del dulce remolino: Señor, ¿le gustaría ser mi pareja en el matrimonio? romance Capítulo 326

Ji Yinfeng frunció el ceño. ¿Qué había querido decir Tang Ruochu con eso?

"Quiero ver a su supervisor". Ji Yinfeng recordó que su padre y sus relaciones eran bastante fuertes, tal vez podría usarlo para sacar a Ruoruo.

"Lo siento". El oficial sonrió disculpándose. "Ya es muy tarde, nuestro supervisor se ha ido a descansar".

"¿Descansar?". Ji Yinfeng bajó su cabeza y miró su reloj. Luego, él resopló y le dijo, "Son apenas las 10 p.m. Su supervisor probablemente esté en algún evento de cena abrazando a las damas".

Al escuchar eso, el oficial inmediatamente frunció el ceño y le dijo con seriedad, "Señor, lo que dijo se considera difamación, por favor tenga en cuenta sus palabras".

Ji Yinfeng encontró la situación aún más irónica. "¿Por qué? ¿Se atreve a hacerlo pero no se atreve a admitirlo? Dígale esto a su supervisor: si no puedo sacar a mi prometida, revelaré todos sus sucios secretos".

Él miró al oficial con una mirada hosca. Ese oficial instantáneamente se volvió un nivel más bajo que él en términos de arrogancia. Él solo pudo cerrar su cuaderno de bitácora con enojo y salir con pasos apresurados.

Ji Yinfeng se reclinó contra la silla de una manera tranquila y serena. Él sabía que el oficial había salido a hacer una llamada.

Poco después, el oficial regresó corriendo. Él le dijo de mala gana, "Nuestro supervisor dijo que puedes llevártela".

Ji Yinfeng se puso de pie y curvó los labios. "Agradezca a su supervisor por mí. Algún día lo invitaré a comer".

Luego, él sacó una pila de notas del bolsillo interior de su traje y las arrojó sobre la mesa. "Esto es para ti. Gracias por hacer esa llamada por mí".

Él palmeó los hombros del oficial y luego salió con una sonrisa de alegría.

Gu Ruoruo estaba agachada en una esquina de una celda. Su cabello y ropa estaban desordenados y se veía extremadamente desaliñada.

Ella abrazó sus rodillas con ambos brazos y sus ojos miraron a través de los espacios entre el cabello que cubría su rostro. Sus ojos estaban llenos de miedo.

Justo enfrente de ella había algunas mujeres charlando entre ellas. A veces, cuando ellas mencionaban algo gracioso, se echaban a reír a carcajadas.

Gu Ruoruo sabía que esas mujeres eran las jóvenes que trabajaban en el club. Las habían arrestado porque habían estado provocando una escena.

La mujer que siempre vestía hermosamente ahora estaba en un estado extremadamente desaliñado. Su cabello estaba en mechones y su ropa había sido arrancada. La parte más grave fue su rostro hinchado y con moretones. Él apenas podía distinguir los cinco rasgos de ella.

"¡Yinfeng!".

Gu Ruoruo se sumergió en su abrazo y envolvió sus brazos alrededor de la cintura de él. Ella enterró su rostro en su abrazo y comenzó a llorar.

Ji Yinfeng olió un hedor horrible y muy obvio. Venía de Gu Ruoruo, que estaba en su abrazo.

Habiendo crecido como un príncipe, él nunca había olido nada como eso. Casi vomitó.

Él bajó su cabeza y miró el cabello de ella, que estaba todo recogido. Una mirada de disgusto cruzó por el fondo de sus ojos. Sin embargo, siguió siendo paciente y fingió ser amable cuando le dijo, "Deja de llorar, vámonos a casa".

Gu Ruoruo miró hacia arriba y su rostro, que era muy feo, entró en su línea de visión. Él frunció el ceño levemente y cubrió hábilmente el disgusto en sus ojos.

Él dijo de nuevo con dulzura, "Ven, vamos a casa".