El romance del dulce remolino: Señor, ¿le gustaría ser mi pareja en el matrimonio? romance Capítulo 363

Después de permanecer en el hospital durante una semana, tan pronto como entró en la casa y vio la decoración y los muebles que le eran conocidos, ella sintió la sensación de familiaridad como si se hubiera ido toda la vida.

Al verla parada en el vestíbulo y sin entrar, Lu Shijin le preguntó suavemente: "¿Qué ocurre?".

Tang Ruochu inclinó la cabeza y le sonrió. "De repente me siento como si no hubiera estado en casa por mucho tiempo".

La mano que sostenía la de ella se movió a su mejilla, y él le dio un suave beso. Lu Shijin la miró intensamente, y sus ojos negros estaban llenos de destellos de luz brillante. "Bienvenida a casa".

La sonrisa en los labios de Tang Ruochu se ensanchó, y sus ojos se llenaron de lágrimas. "Sí, ya estoy en casa".

Lu Shijin se sintió emocionado y la tomó de la mano y la llevó directamente hacia arriba, a su habitación.

Él cerró la puerta. Al instante, él precipitó a Tang Ruochu contra la puerta. Ella miró hacia arriba, y sus ojos estaban llenos de sorpresa.

Él curvó los labios y le dijo suavemente: "Quiero besarte".

Entonces, sus cálidos labios envolvieron los de ella.

Cuando sus labios se tocaron, el corazón de Tang Ruochu se apretó y cerró lentamente los ojos. Ella envolvió sus brazos alrededor de su cuello y sintió su temperatura y su aliento.

Él deambuló alrededor y chupó sus labios de forma extremadamente suave. Luego, le abrió los dientes e invadió cada rincón de su boca.

Las manos de ella que estaban envueltas alrededor del cuello de él se tensaron inconscientemente. Tang Ruochu tembló ligeramente en su abrazo. Justo cuando ella pensó que estaba a punto de asfixiarse, él dejó sus labios de mala gana.

Al mirar los hermosos labios rojos que había besado, la mirada de él se oscureció y no pudo evitar chuparlos de nuevo.

Tang Ruochu parpadeó y se encontró con su mirada oscura. Vio el asombro en la profundidad de su mirada, y su corazón no pudo evitar temblar. Ella bajó los ojos inconscientemente y no se atrevió a mirarlo.

Él bajó la cabeza y se apoyó en su frente. Su voz ronca sonó en su oído: "Chuchu, bienvenida a casa. ¿Te gusta este regalo?".

¿Beso? ¿Regalo?

"Señor, Señora, la Señorita Ying y la Señorita Song están aquí".

Era la voz de la Tía Wu.

"Está bien, ya vamos".

Lu Shijin respondió en voz baja. Entonces, bajó la cabeza. "Bajemos".

Tang Ruochu levantó su cara roja y le reprendió: "Déjame descansar un rato, o se burlarán de mí más tarde".

Lu Shijin sonrió y no dijo nada. Él simplemente la abrazó en silencio.

Cuando Tang Ruochu finalmente se recompuso y bajó las escaleras, Xiaoxiao ya estaba un poco impaciente.