El romance del dulce remolino: Señor, ¿le gustaría ser mi pareja en el matrimonio? romance Capítulo 422

“Sí”. El hombre reconoció la orden y se retiró.

La habitación recuperó su antigua tranquilidad.

Como no había ningún problema grave, Tang Ruochu le pidió a Lu Shijin que la llevara al hospital donde se estaba quedando su padre.

“Papá, logré quedarme con el Grupo Tang”. Tang Ruochu observaba el rostro de su padre con sus ojos cerrados y los labios de ella se curvaron ligeramente.

“Papá, el Tío Chen dijo que soy una hija que podría darte orgullo. ¿Qué piensas?”.

Cuando ella mencionó esto, Tang Ruochu se rio suavemente un par de veces. “Creo que no te sentirás orgulloso, pero pensarás que solo estaba siendo traviesa”.

Ella lo miró en silencio, la sonrisa en sus labios se desvaneció gradualmente. Había un matiz de tristeza en sus ojos. Ella esperaba fervientemente que su padre se despertara y le señalará la nariz, regañándola por ser traviesa e inmadura.

Pero su padre acostado ante ella tenía los ojos bien cerrados. Su expresión era tranquila, tan tranquila que ella sentía dolor al mirarlo.

Ella respiró hondo y curvó las comisuras de los labios. “Papá, en unos días te irás a los Estados Unidos. Sé que seguramente me culparás por enviarte a un lugar desconocido, pero con tal de que puedas despertarte y recuperarte, estaré feliz de que me regañes”.

Entonces, ella comenzó a reírse tontamente. Las lágrimas rodaban por sus mejillas.

Con lágrimas en los ojos, el rostro de su padre se volvió borroso gradualmente.

Lu Shijin fuera de la puerta escuchaba sus sollozos reprimidos. Sus delgados labios se fruncieron con fuerza en una mueca.

Él abrió la puerta y entró. De un vistazo, él la vio llorando y sentada junto a la cama.

Le dolía el corazón y se acercó para tomarla en sus brazos.

Él no dijo nada y simplemente la sostuvo en silencio, dejándola llorar en sus brazos.

Algunas emociones se habían reprimido durante tanto tiempo. Cuando todo se resolvió finalmente, ellos podían ser liberados.

Ya eran más de las siete de la noche cuando regresaron del hospital. Tan pronto como entraron a la casa, la Tía Wu se acercó a ellos para informarles que Shen Mofei y los demás estaban allí.

Tang Ruochu se apresuró a entrar en la sala de estar, pero estaba muy consciente de que el ambiente se sentía un poco extraño.

Tang Ruochu asintió. “Realmente vale la pena celebrarlo”. Luego se volteó para mirar a Lu Shijin y le preguntó: “Shijin, ¿qué opinas?”.

“Tú tomas la decisión”, respondió Lu Shijin gentilmente, dándole la última palabra.

Entonces Tang Ruochu se puso de pie y declaró en voz alta: “Vamos. Los invitaré a una gran comida”.

“Cuñada, qué sabia decisión”. Lu Shengyao le dio un pulgar hacia arriba.

Tang Ruochu sonrió y se volteó para preguntarle a Xiaoxiao y Anyi: “¿Qué piensan ustedes chicas?”.

“Estoy bien con cualquier cosa”. Ying Xiaoxiao se encogió de hombros con indiferencia.

Song Anyi vaciló antes de asentir. “Estoy de acuerdo con eso también”.

“Muy bien entonces, hay que movernos”.

Así que este grupo de personas se fue al lugar donde iban a celebrar.