El romance del dulce remolino: Señor, ¿le gustaría ser mi pareja en el matrimonio? romance Capítulo 421

Gu Ruoruo fue expulsada de la villa de la familia Ji.

Qin Silian había decidido ser cruel. Ella le ordenó a los sirvientes que tiraran todas las cosas de Gu Ruoruo y que también echaran a Gu Ruoruo fuera de la villa.

“Gu Ruoruo, de ahora en adelante no tendrás nada que ver con la familia Ji ni con Yinfeng. Corre tan lejos como puedas”.

La puerta automática de color cobre de la villa se cerró lentamente, acompañada por la voz fría de Qin Silian.

Gu Ruoruo, tirada en el suelo, se volteó y miró a la figura alta dentro de la puerta. Sus ojos estaban llenos de decepción.

Desde el principio hasta el final, él nunca dijo una palabra en su defensa. Él la estaba mirando fríamente mientras Qin Silian la echaba. Incluso si ella llorara y gritara: “Yinfeng, no quiero dejarte. Te amo”, él no se conmovería.

Un hombre podía ser tan terrible cuando no tenía corazón.

Ella se rio burlándose de sí misma. Sus lágrimas fluían como perlas de un hilo roto.

En un día, su mundo se había vuelto al revés.

Ella había pensado que heredaría el Grupo Tang, se casaría con un miembro de la familia Ji y se convertiría en la esposa de Yinfeng como planeado.

Era un sueño tonto. ¡Era hora que ella se despertara!

¡Ella los odiaba!

¡Odiaba a Qin Silian!

¡Odiaba a Ji Yinfeng!

¡Odiaba a todos los que la habían lastimado!

Pero sobre todo, ¡ella odiaba a Tang Ruochu!

Si no fuera por Tang Ruochu, ella no habría terminado en este estado.

¡Todo era culpa de Tang Ruochu!

Sus lágrimas se detuvieron de repente. Ella apretó sus puños con fuerza y ​​sus ojos se llenaron de odio intenso.

Sus manos agarraron esa mano que la había estado estrangulando, tratando de apartarla con todas sus fuerzas, pero él era mucho más fuerte que ella. Ni siquiera podía moverlo una pulgada.

Justo cuando iba a morir, ese hombre aflojó su agarre y ella inmediatamente cayó al piso.

“Tos, tos…”. Zhao Xiaowan tosió violentamente mientras se sostenía el cuello.

"Ayudaré a Ruoruo. En cuanto a ti, no quiero verte nunca más. ¡Fuera de mi vista!".

Zhao Xiaowan ni siquiera tuvo tiempo de respirar bien cuando la voz del hombre se fue. Ella se arrastró con las manos y las piernas, tambaleándose.

“Amo Gang, ¿de verdad quiere ayudarla?". Un hombre que estaba escondido en la oscuridad salió.

El hombre lo miró y dijo en un tono helado. "Hay algunas cosas que no debes preguntar".

El hombre quedó atónito y rápidamente inclinó la cabeza. "No debí haber sido tan curioso. Por favor, acepte mis disculpas, Amo Gang”.

"Ve primero a Beijing y haz todo lo que puedas para ayudarlas", dijo el hombre mientras estaba sentado en el rincón oscuro.