El romance del dulce remolino: Señor, ¿le gustaría ser mi pareja en el matrimonio? romance Capítulo 449

Después de la cena, Tang Ruochu declinó cortésmente la oferta de Li Na de llevarla a casa. Ella caminó sola a un lado de la carretera, esperando que llegara Shijin.

La noche era oscura y los faroles a ambos lados de la carretera brillaban oblicuamente sobre la carretera de asfalto. Soplaba una brisa suave, con un toque de frescura.

Tang Ruochu se acomodó la chaqueta cortaviento que llevaba puesta, cruzó los brazos frente a su pecho y levantó la cabeza para esperar el coche de Shijin.

A la distancia, un coche se acercó, sus resplandecientes faros brillaban deslumbrantemente.

Tang Ruochu instintivamente volteó su rostro, levantando su mano para protegerse los ojos, mirando el coche.

Un chirrido sonó... Ella escuchó el sonido de los neumáticos patinando en la carretera.

El coche se detuvo a su lado.

Tang Ruochu había pensado que era el coche de Shijin. Pero cuando miró más de cerca, ella descubrió que era el de un extraño.

Ya era muy tarde. ¿Por qué el coche de este extraño se detuvo aquí?

Ella entrecerró los ojos y la sospecha surgió en su corazón.

Ella miró el coche con recelo y retrocedió instintivamente.

Entonces, la puerta del coche se abrió y una figura alta emergió.

La luz era algo tenue, por lo que ella no podía distinguir sus rasgos con claridad.

"Chica bonita, ¿por qué sigues esperando un taxi a una hora tan tardía? ¿Quieres que te lleve a casa?".

El hombre caminó hacia ella mientras hablaba, sonando muy frívolo.

¡Claramente, no se había detenido con buenas intenciones!

Tang Ruochu dio un paso atrás y lo rechazó firmemente. "¡No, gracias!".

Ella miró a ambos lados y se preparó para salir corriendo. Pero él era incluso más rápido que ella. Él se lanzó hacia ella y la agarró del brazo.

Pero aún así él era demasiado fuerte. Él la arrastró hasta el costado de su coche. Él abrió la puerta y trató de empujarla hacia adentro.

De repente, una idea cruzó por la mente de Tang Ruochu. De repente levantó el pie y pateó al hombre en la entrepierna.

"¡Auch!". El hombre dio un grito ahogado y soltó la mano que la agarraba. Las manos de él cubrieron su entrepierna, y él se dobló en dos, su rostro distorsionado por el dolor.

¡Ella no debía perder esta oportunidad!

Tang Ruochu se volteó y huyó, con el rostro lleno de pánico y terror.

Cuando el hombre se alivió del dolor, él maldijo al ver a la mujer correr hacia la distancia. Él inmediatamente fue tras ella.

¿Cómo podía dejar escapar a la presa que estaba a punto de capturar?

Mientras Tang Ruochu corría, ella sacó su celular de su cartera. Ella encontró el número de Shijin y marcó. Pronto, una voz sonó desde el otro extremo. "Chuchu...".