El romance del dulce remolino: Señor, ¿le gustaría ser mi pareja en el matrimonio? romance Capítulo 471

Zhao Xiaowan había regresado del hospital anoche, pero justo cuando se acostó a dormir, una pesadilla la despertó.

En su sueño, la cara de Tang Song estaba pálida y sin emociones. Él la miraba con ojos sombríos, preguntándole por qué le había hecho daño.

Ella lloraba y le pedía que la perdonara, ya que ella no tuvo más remedio que hacerle daño.

"Quiero que vengas conmigo". Tang Song sonrió espeluznantemente antes de avanzar hacia ella.

Ella quería correr, pero estaba clavada al suelo, inmóvil.

Ella solo podía verlo apretar su garganta con una mueca siniestra. "Zhao Xiaowan, ¡vete al infierno!".

Su respiración se hizo cada vez más difícil, y cuando pensaba que estaba a punto de morir, ella se despertó.

Cuando se despertó, ella se dio cuenta de que se estaba estrangulando a sí misma. Ella inmediatamente soltó su mano y se sentó.

El sueño era demasiado realista y misterioso.

Ella acarició su cuello suavemente con miedo. Todavía se sentía como si la estuvieran estrangulando.

Debido al miedo, ella no se atrevió a dormir después.

Matar a Tang Song no había sido una decisión improvisada. Ella había decidido hacerlo cuando Tang Ruochu expresó su deseo de enviar a Tang Song al extranjero para recibir tratamiento.

Ella había estado vacilando hasta que el Tío Zhao se cayó por las escaleras.

Como ella había matado a un hombre, también podría matar a otro.

Entonces, ella decidió deshacerse de Tang Song.

"Tang Ruochu, ¿qué estás diciendo? ¿Por qué tendría pesadillas?".

"¿No sabes lo que hiciste?". Tang Ruochu la miró con frialdad, con ojos que parecían penetrar su corazón.

Zhao Xiaowan se dio la vuelta de inmediato y se obligó a caminar con calma y sentarse en el sofá detrás de ella.

Ella inclinó su cabeza para mirar al par detrás de ella y se rio. "Tang Ruochu, ¿viniste aquí hoy para decir palabras tan ridículas? Si ese es el caso, por favor regresa a tu casa".

"¿Regresar a casa?". Tang Ruochu se burló mientras caminaba frente a ella, mirándola desde arriba con ojos penetrantes. "Zhao Xiaowan, esta es mi casa. ¿Cómo te atreves a pedirme que me vaya a casa?".

"Porque yo soy la dueña de esta familia, y tú...". Zhao Xiaowan cruzó los brazos alrededor de su pecho. Inclinándose en el sofá, ella la miró con ojos burlones. "Una hija casada es como agua que se ha derramado. Este ya no es un lugar donde puedes entrar y salir cuando quieras".

Como si acabara de escuchar una gran broma, Tang Ruochu se echó a reír, con una burla escrita en su rostro. "¡¿Cómo te atreves a ser tan desvergonzada de ocupar mi casa como si fuera la tuya?!".