El parque de bambú que estaba cerca de la escuela era el lugar en donde muchas parejas compartían sus momentos más íntimos en la noche debido a las tenues luces.
Enfrente de la entrada del parque se erguía una estatua de Confucio, lo cual formaba un gran contraste con el comportamiento de las parejas en el interior.
Qin Ming llegó al parque antes de tiempo. Caminó dentro del parque y se encontró con algunas parejas que estaban compartiendo momentos íntimos. Ellos le ponían los ojos en blanco. Qin Ming se sentía culpable por lo que hacía. No quería ser un mal tercio, pero Nie Haitang lo había invitado a verse en ese parque.
Qin Ming se sintió deprimido al ver que las parejas se besaban y se tocaban. «No hace mucho yo también frecuentaba este parque con Li Meng para besarnos. Extraño mucho esos emocionantes momentos».
Entonces escuchó que alguien lo regañaba detrás de él.
—Oye, Qin Ming, eres tan despreciable.
Él se volteó para ver a Yang Wei y a su exnovia Li Meng. «Oh, que clase de suerte de m*erda tengo. ¿Por qué tenía que encontrármelos aquí?».
—¿Estás acosándome incluso aquí? No te rindes con tanta facilidad, ¿verdad? Te dije que es imposible que regresemos. Wei es el hombre que más me conviene.
Yang Wei se rio.
—Qin Ming. Pensé que te había advertido que ya no molestaras a mi Mengmeng, que de lo contrario tendrías que sufrir las consecuencias. ¿Por qué tienes que ser un mal perdedor? ¿por qué sigues a mi Mengmeng a pesar de que te dejó?
A Qin Ming no podría importarle menos la descarada pareja, entonces habló.
—No te creas tan importante. Estoy esperando a alguien.
—Pfff, mira como niega los hechos con tanta insolencia. —Li Meng sacó su iPhone a propósito para presumirlo frente a Qin Ming—. Eres una persona soltera con quien nadie querría estar después de que te dejé. Hasta escuché que eres tan pobre que te robaste el desayuno de alguien en la biblioteca esta mañana. ¡Qué buena broma! Entonces te atraparon con las manos en la masa espiando a una linda chica de la escuela de negocios. Solo te salvaste porque la chica estuvo dispuesta a perdonarte. ¿Cuándo vas a madurar? Esperaba que trabajaras más duro debido a tu pobre estatus, ¡pero creo que no!
Qin Ming se quedó sin habla. «Se dice que las personas sabias no difunden falsos rumores. En verdad me preocupa la inteligencia de estos dos idiotas».
Yang Wei se rio con fuerza. Acarició las regordetas nalgas de Li Meng mientras hablaba.
—Cierto. En verdad estás a la altura de tu pobre y despreciable reputación. No hay nada de clase en tu manera de actuar. Cualquier chica se sentiría avergonzada si la ven contigo.
Qin Ming entrecerró sus ojos. «¡Yang Wei lo está haciendo a propósito! Está toqueteando a Li Meng de forma tan evidente para hacerme enojar».
—¡Aah! Me estás poniendo caliente Wei —dijo ella respirando con dificultad. Entonces gimió a propósito cuando notó que Qin Ming la veía.
Yang Wei se sintió estimulado tras escucharla.
—¿Cuál es el problema? Mostrémosle a ese pobre perdedor que las personas como él solo merecen frotarse a sí mismos usando sus manos. Ninguna mujer le permitiría que lo hiciera con ella de todos modos. Su padre también es un pobre bastardo. Tiene suerte de ser amigo de mi padre. Mi padre sintió lástima por su pobre familia y le dio un trabajo de guardián, ¡ja!
Qin Ming formó puños con sus manos. Entonces dijo con tono amenazante.
—Yang Wei, cruzaste la línea.
Yang Wei se estremeció. Él sabía que Qin Ming peleaba muy bien. Por lo que cambió de tema para ya no hablar de sus padres.
Él sinvergüenza deslizó su mano bajo la camiseta de Li Meng y tocó el cuerpo de la chica. Entonces dijo de forma salvaje.
—¿Qué harás? ¿Me golpearás? Qin Ming, solo estás celoso de mí y de mi riqueza. Estás siendo vengativo porque te robé a tu novia y te robé su corazón. Bueno, solo son mis habilidades, las cuales tú nunca lograrás tener. ¿Eres capaz de encontrar una chica mejor que Li Meng? Me temo que no. Solo te mereces a una fea plebeya para que esté en tu miserable vida.
—¡Ya basta, cállate! —Una chica de vestido blanco y largo cabello gritó de pronto y caminó hacia Qin Ming—. Entonces enganchó su brazo con el suyo y dijo—. Perdón por haberte hecho esperar por tanto tiempo Qin Ming.
Él miró a Nie Haitang. La chica parecía haber puesto más esfuerzo para arreglarse ese día. Lucía más encantadora de lo normal.
Nie Haitang sostuvo el brazo de Qin Ming y dijo.
—Por favor, no lastimen a mi novio de ninguna manera. De lo contrario, tendrán que sufrir las repercusiones.
Yang Wei no pudo contener su sorpresa.
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