Esteban observaba fijamente a la hermosa pelinegra que rebotaba sobre él, con las manos apoyadas en su pecho en busca de equilibrio ella estaba enfrascada en obtener y dar placer y Esteban lo estaba disfrutando, si, el sexo era maravilloso, el mejor acto que pueden experimentar los seres humanos, el nivel de placer que recorre tu cuerpo durante el orgasmo, se vuelve en algo adictivo. Descubrir como dos cuerpos que eran ajenos, se complementan y encajan perfectamente para salir en busca de placer.
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Esteban llegó hasta dónde cadáver lo esperaba.
—Cadáver, buenos días.
—Buongiorno signore— respondió con una inclinación de su rostro. — todo listo— señaló el avión a lo lejos.
—Me voy muy contento con tu trabajo, Cadáver, has resultado muy importante y tú ayuda muy valiosa— le presionó el hombro— confío en ti, así que no me decepciones.
—Jamás, señor. Me encargaré de los policías tal como me indicó, y apartir de hoy me embarco en el trabajo del nuevo cargamento. Todo saldrá bien, y mantendré el contacto.
—Bien, bien— le palmeó la mejilla.
—Buen viaje, diablo.
—Gracias Cadáver, allí te encargo muchacho. Hazme sentir orgulloso.
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—Esta noche seremos la envidia de la familia— dijo Mikhail llegando a la sala con Violeta de su brazo— miren nada más está belleza — el cabello de Violeta estaba recogido en un alto moño, lucía un maravilloso vestido azul oscuro, ceñido a cada cueva de su cuerpo, era largo y le llegaba hasta los tobillos, con una abertura hasta la rodilla derecha para darle mayor movilidad, Mikhail tenía razón, lucía exquisita. Su maquillaje dejaba ver ojos con mucho color, y labios muy sencillos, la combinación perfecta— y miren nada más la belleza que va de tu brazo, Jarvis, somos hombres Afortunados— Olivia estaba maravillosa, había recuperado el color azabache de su melena, que caía suelta, sedosa y brillante un poco más allá de los hombros, un vestido negro ajustado a su cuerpo, que parecía emitir algún brillo, sus ojos maquillados de negro, de manera impactante, que mostraba aún más su hermosa mirada, pero sin ser mucho para quedar mal junto a sus hermosos labios rojos.
—Tendremos a las chicas más guapa de la noche— dijo Jarvis con orgullo.
—Muchos cumplidos, apresuremos o llegaremos tarde y Annika no estará nada feliz.
El trayecto fue largo, ameno, y muy tranquilo, llegaron a la mansión dónde muchos autos lujosos estaban estacionados, de la mansión salía música alegre, risas y un ambiente muy agradable.
—Estoy nerviosa— dijo Violeta cuando los cuatro estaban caminando hacia la puerta de entrada.
—Lo siento por mi expresión pero yo siento que vomitaré a causa de los nervios.
—No hay motivos para estar nerviosas — dijo Jarvis dándole ánimos, ignorando sus propias inquietudes.
—Por supuesto que no, si ésta fiesta es precisamente en nuestro honor, está noche es solo para divertirnos— dijo Mikhail— así que sonrían y vamos a pasarla bien.
También resultaba inquietante la cantidad de guardaespaldas que había en el lugar, sin duda una cantidad enorme de hombres dedicados a que el lugar fuese seguro, se comunicaban por radio, y se aseguraban de que todo estuviese en órden.
El ambiente dentro de la mansión resultaba ser tan cálido, habían muchas personas que hablaban, bebían o bailaban. ¿Una fiesta familia?, pues eran una familia muy grande, pensaron Olivia y Violeta, seguramente mañana no recordarían ni a la mitad de las personas allí presente, podría jurar que no recordarían ni sus nombres.
—¡Bienvenidos, hijos míos!— Annika caminó hasta donde ellos estaban para darle la bienvenida, lucía un hermoso vestido verde jade que realmente la hacía ver muy impresionante, los abrazó a los cuatro invitándolos a pasar — oh, que felicidad tener a la familia reunida— miró a Mikhail — han nacido un par de nuevos integrantes, obviamente no están aquí. Varenka está por allí bailando con alguno de los primos y Anouska— se detuvo y miró a Mikhail — ha traído un chico.
—¿Cómo que ha traído un chico?— Mikhail frunció el ceño— ¿ De qué me estás hablando, madre?
—Según dijo, ha estado saliendo con un jóven.
—¿Y pensó que una fiesta familiar era el lugar y momento perfecto para presentarlo?
—Asi parece— Annika se encogió de hombros.
—Madre, es serio, estamos todos reunidos con un extraño presente.
—No es un extraño, es el novio de tu hermana.
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