Esposa Obligada Del CEO Paralítico romance Capítulo 1

— Deja eso, no lo puedes tocar, no es tuyo. — Gritó Mía furiosa al entrar a su habitación y encontrarse con su hermanastra usando las joyas de su madre, no le gustaba que nadie tocara esas cosas.

— No, yo puedo tomar lo que me dé la gana y este collar me gusta mucho, me lo voy a quedar. — Replicó Brooke con una sonrisa retadora.

— Más vale que dejes eso ahora. — Advirtió Mia apretando sus manos en puños, cansada de los abusos de su hermanastra, no le parecía justo que ella tocara las cosas de su madre, no siendo quien era, la hija de la amante de su padre, no tenía derecho ni siquiera a mirar esas joyas.

— ¿Y que harás? ¿Vas a llorar? La pobre y débil Mia siempre llora, es patético. — Masculló Brooke y su sonrisa se tornó cruel.

En ese instante Mía sintió que no podía soportarlo más, ya había aguantado demasiado, así que se aproximó hacía Brooke y le dio una fuerte bofetada que resonó en toda la habitación.

— Te enseñaré a dejar de tomar lo que no es tuyo, estoy cansada de ti. — Gritó Mia, estaba furiosa y no podía pensar correctamente porque ya había tenido que soportar demasiado por parte de su hermanastra y madrastra, su rabia contenida había llegado a un límite y finalmente explotó.

Brooke se tocó la mejilla adolorida, sin poder creer lo que Mía había hecho, nunca imaginó que ella podría golpearla y cuando noto que la comisura de su boca estaba sangrando ligeramente, volteó a verla con odio, quería lanzarse hacía ella y mostrarle quien manda, pero al ver que su mamá y su padrastro aparecían en la puerta frunciendo el ceño, su expresión cambió y forzó sus lágrimas para que comenzarán a salir.

— ¿Por qué me odias tanto? No te he hecho nada, no tienes porque golpearme. — Se quejó Brooke entre sollozos.

— ¿No me has hecho nada? Tú y tu madre arruinaron mi vida al venir aquí, estoy tan cansada de ustedes. — Rugió Mia, no podía creer que ella le dijera que no le había hecho nada, cuando desde que eran niñas la golpeaba y molestaba todo el tiempo, desde que ellas aparecieron en su vida hace unos años, toda su perfecta vida dio un cambio radical, su madre murió poco después de enterarse de que su padre la engañaba con su ahora madrastra y después de ese trágico suceso, ellas vinieron a vivir a su casa, la que antes era su hogar, dónde ella se sentía segura y feliz, la habían convertido en su propio infierno personal. — Las odio, deberían largarse de aquí, no merecen estar en la casa de mi madre. — Espetó e iba a lanzarse hacía ella, había recibido muchos golpes de su parte en el pasado, pensaba que era hora de devolverlos, pero antes de que consiguiera tocar a Brooke una mano fuerte la tomó del brazo.

— No te atrevas a golpear a tu hermana de nuevo, ¿Qué te pasa? — Preguntó Elijah furioso y la empujó a un lado con tanta fuerza que ella chocó con la pared golpeando su cabeza y miró a su padre desconcertada y con sus ojos picando, sus lágrimas querían salir.

Tenía mucha mala suerte, está era la primera vez que perdía el control y su padre la encontraba en el momento menos indicado y sabía que estaría del lado de Brooke, como siempre sería ella quien pagaría las consecuencias, eso la hacía estremecer, el miedo y el dolor aglomerandose en su interior.

— Papá ella tomó las cosas de mamá, le pedí que las dejara y no quiso. — Se excusó Mía, ante la atenta mirada furiosa de su padre, mientras su madrastra y Brooke la miraban con odio.

— ¿En serio golpeas a tu hermana por cosas así? Si que eres cruel. —Dijo Olivia con cierta tristeza en su voz antes de acercarse a su hija para consolarla.

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