— Señor Myers, la señorita Maya va en camino al aeropuerto junto a su hermano. — Informó el guardaespaldas y cuando Victor escuchó estás palabras sintió su corazón mucho más incómodo, si ella se iba cuando se suponía que estaba estudiando lo que deseaba aquí, era porque la había lastimado demasiado, tanto como para dejar lo que quería atrás, ella nunca lo podría perdonar.
— Esta bien, ya puedes dejar de seguirla. — Espetó Victor antes de colgar la llamada, se sentía terrible por el dolor que le estaba causando a ella y por el que se estaba causando a sí mismo con esto, pero no había otra opción, el pasado siempre estaría ahí, torturándolo y terminaría torturándola a ella.
“Muñequita lo mejor es que estés lejos de mí, es lo mejor para los dos, espero que puedas sanar, olvidarme y ser muy feliz, que encuentres a alguien mejor para compartir tu vida con él.” Pensó Victor, aunque su corazón se sentía muy renuente, no deseaba que la única persona que lo hacía latir de manera desenfrenada estuviera con alguien más.
— A veces el mayor acto de amor es dejar ir y confío en que es lo correcto en nuestro caso, no puedo ser egoísta, yo no podré hacerla feliz, así que es mejor que lo sea con alguien más. — Susurró Victor, intentando grabarse estás palabras en su mente para no terminar corriendo detrás de ella para explicarle las cosas e impedirle que se aleje.
…
— ¿Lo que me dijo Jacob es cierto? ¿Estás embarazada? — Cuestionó Jerome, mirando a su hija, furioso.
— Papá acabamos de llegar, fue un vuelo pesado, deja que Maya descanse y luego podemos sentarnos a conversar. — Intervino Jacob antes de que su hermana pudiera hablar, intentando calmar las cosas.
— Jacob no te metas en esto, deja que ella me conteste, deberías salir de aquí.— Gritó Jerome, haciendo que Maya se estremeciera y sus ojos comenzarán a cristalizarse, nunca había visto a su padre tan furioso como ahora por su culpa.
Jacob a pesar de haber escuchado sus palabras se negaba a irse, no quería dejar a Maya sola con su padre cuando él estaba fuera de sí, así que solo dio unos pasos atrás, esperando que ellos pudieran hablar las cosas.
— Lo estoy, lo siento mucho papá. — Dijo Maya finalmente, dejando que sus lágrimas comenzarán a caer, odiaba tener que decepcionar a todos a su alrededor.
— Bueno vas a abortar, prepararé todo para que hagas esto mañana mismo. — Dispuso Jerome y tanto Jacob como Maya se quedaron mirándolo incrédulos.
— No haré eso papá, yo quiero tener a este bebé, no voy a abortar. — Se negó Maya, no podía creer que su papá le estuviese diciendo algo así, pero ella no pensaba ceder, quería tener a este bebé, no importaba si Victor no la amaba, igual desde el momento en que se enteró que estaba embarazada había comenzado a amar a este bebé y estaba decidida a tenerlo.
— Cállate, tú vas a abortar a ese bastardo o no puedes seguir siendo parte de esta familia. — Rugió Jerome mirándola furioso, aunque amaba a su hija, en este momento se sentía profundamente decepcionado de ella y le preocupaba mucho que cuando los demás se enteraran de su embarazo, que esto los perjudicará aun más.
— Si no quieres a mi bebé, tampoco me quieres a mí, así que está bien, yo tampoco quiero ser parte de esta familia. — Gritó Maya, justo antes de recibir una bofetada de su padre.
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