Esposa Pecadora romance Capítulo 1035

Al escuchar lo que dijo su hijo, algo pareció tirar ferozmente de la conciencia de Madeline.

Volvió en sí y se calmó antes de preguntar con una sonrisa: "Jack, ¿de verdad te ha dicho eso? ¿Cuándo te lo dijo?".

"Papito vino a visitarnos a Lilly y a mí anoche, pero se fue muy rápido". Los grandes ojos de Jackson estaban llenos de soledad y tristeza. Se podía ver que sus sentimientos por Jeremy eran muy profundos.

Los latidos del corazón de Madeline se volvieron muy irregulares tras escuchar las palabras de su hijo.

Como si no hubiera pasado nada, le besó su linda mejilla y lo consoló: "Jack, desayuna primero. Mira, incluso Lilly ya casi ha terminado de comer".

Cuando Lillian oyó que Madeline la mencionaba, levantó sus vivaces ojos grandes y sonrió.

El corazón roto de Madeline se curó un poco con aquella cálida sonrisa, pero todavía estaba molesta por lo que su hijo acababa de decir.

Después de llevar a los dos niños al colegio, Madeline dudó mientras sostenía el teléfono móvil antes de marcar finalmente el número de Jeremy.

Jeremy, que estaba al otro lado del teléfono, estaba acompañando a Lana a reunirse con un supuesto invitado cuando de repente recibió una llamada de Madeline. Se sorprendió bastante, pero cuando Lana se asomó, miró la pantalla con frialdad antes de simplemente colgar la llamada.

Al ver que su llamada se había desconectado, Madeline no siguió insistiendo como lo solía hacer antes solo para obtener una respuesta de él.

Madeline envió un mensaje con un tono decisivo: [Nos vemos en la oficina de la Corporación Whitman a la una de la tarde].

Cuando Jeremy vio el mensaje, también lo hizo Lana.

Después de discutir con éxito sus asuntos, Lana se acercó al lado de Jeremy y se comportó como una niña mimada. "Jeremy, ¿qué pasa con Eveline? Ya te has divorciado de ella, ¿por qué sigue molestándote? Si te molesta así, me voy a enfadar", expresó Lana su descontento.

Jeremy levantó ligeramente las comisuras de los labios con la mirada llena de falso desprecio. "Solo es una mujer que ya no quiero. ¿Todavía tienes miedo de que te compare con ella?".

Al oír esto, Lana se mostró confiada en su propio encanto.