Esposa Pecadora romance Capítulo 1037

Las palabras que salieron de sus labios estaban llenas de intensa insatisfacción.

La mirada fría en sus ojos daba la misma sensación de desprecio que en el pasado.

Madeline miró aquel rostro resuelto y severo sin ninguna expectativa ni luz en sus ojos.

"No te preocupes, no volveré a acudir a ti. Ya no eres la persona a la que quiero. En el momento en que elegiste a Lana, ya había renunciado a ti".

"Eso es lo mejor", se burló Jeremy con las comisuras de sus seductores labios. "No quiero que vuelvas a pensar en mí. ¿Sabes que, en los últimos años, realmente me cansé de tu apego a mí?".

Cansado.

Resultó que él estaba cansado de su amor y apego hacia él desde hacía mucho tiempo.

El frío corazón de Madeline volvió a estremecerse.

En ese momento, sonó su teléfono móvil. Ryan estaba llamando.

Madeline contestó la llamada y escuchó la gentil voz de Ryan. "Estoy abajo en la Corporación Whitman. ¿Vas a tardar mucho?".

Madeline se recompuso y respondió: "Ryan, bajaré enseguida. Por favor, espérame unos minutos".

"No te preocupes. Si a la que espero es a ti, no me sentiré cansado de esperarte". La declaración de amor de Ryan se deslizó en los oídos de Madeline y también en los de Jeremy.

Este se dio la vuelta sin sorprenderse y miró despreocupadamente por la ventana, pero no pudo evitar mirar hacia la puerta de abajo.

Vio vagamente un coche blanco perlado estacionado en la entrada. Era el coche de Ryan Jones.

Jeremy estaba aturdido cuando de repente escuchó la advertencia audible de Madeline que venía de detrás de él.

"Jeremy, será mejor que no pienses que a Lana le queda una buena vida por delante. Cada día que pasa sin que la injusticia de mis padres sea vengada multiplicará el castigo que se merece".

Su mirada cambió al oír esas palabras, y cuando volvió a mirar, Madeline se había dado la vuelta y se dirigía hacia la puerta. Él se adelantó rápidamente y la agarró de la muñeca.

Jeremy observó la figura de Madeline alejándose y soportó el dolor de ser devorado por las toxinas. No volvió al escritorio hasta que la figura de ella en sus pupilas desapareció. Entonces, sacó un analgésico del cajón y se lo tragó.

Observó las imágenes de seguridad de la entrada del edificio y no pasó mucho tiempo antes de que Madeline subiera al coche de Ryan y salieran juntos.

Jeremy siguió mirando la pantalla incluso cuando ella se había marchado con una mirada sombría.

‘Linnie, ¿cómo podría no amarte?’.

‘¿Cómo no podría?’.

‘Eres la mujer que tengo grabada en mi vida, en mis huesos y en mi sangre’.

‘Es que el destino tiene que disponer las cosas así, disponer que tú y yo no tengamos un futuro juntos’.

‘No me arrepiento de haberte conocido en esta vida. Solo tú me has permitido conseguir la verdadera felicidad’.