Esposa Pecadora romance Capítulo 1060

Lana lo escuchó, pero pareció vacilar.

Era la primera vez que Jeremy veía una mirada seria en la mujer deshonesta.

No le quiso dar a Lana demasiado tiempo para pensar en eso.

Él se levantó y fingió estar disgustado. "Ya que no confías en mí, entonces olvídalo".

Lana se apresuró a frenar a Jeremy al escuchar lo que había dicho. "Cariño, no te enfades. ¿Por qué no confiaría en ti?".

Lana jaló coquetamente la manga de Jeremy. Parecía un poco preocupada. Cuando vio que el apuesto rostro de Jeremy no se giraba hacia ella y que también actuaba con frialdad, Lana cambió de opinión.

"Cariño, el que una compañía internacional como la Corporación Whitman ayude a la Banda Estigia Johnson a lavar dinero es un gran sacrificio. ¡Sería tonta si no accediera!".

Lana cedió.

Jeremy continuó fingiendo estar disgustado para alentarla. "No tienes que aceptar tan a regañadientes. Solo era una sugerencia. No hace falta que aceptes solo para complacerme".

"¡No lo hago! Jeremy, ¡me encantaría!". Lana sonrió y trató de complacerlo. Ella estaba preocupada por haber molestado a Jeremy. "Jeremy, hagamos lo que dices, pero las cuentas de la Banda Estigia Johnson a lo largo de los años son muy complicadas. Hay muchas cosas de las que ocuparse. Después de ordenarlas, te las llevaré".

Cuando Jeremy escuchó eso, la expresión fría desapareció de su rostro.

Levantó la comisura de los labios y sonrió. Dijo con intención: "Gracias por confiar en mí. No te defraudaré".

Lana estaba completamente inmersa en la rara sonrisa de Jeremy, y su mente se llenó de ilusiones sobre un hermoso futuro con Jeremy.

En un hotel.

Cuando Ava se despertó con resaca, sentía la cabeza muy pesada.

Abrió los ojos aturdida e intentó recordar lo que había pasado la noche anterior.

Se sentía como si fuera un sueño nebuloso...

Ava estaba a punto de levantarse, pero en cuanto se movió, se dio cuenta de que había una persona tumbada a su lado.

Abrió los ojos de par en par, asombrada, y miró el cuerpo que estaba de espaldas a ella. Perdió la cabeza mientras su mente se quedaba en blanco.

Daniel tardó mucho en despertarse. Se sintió confundido cuando vio un billete de cien dólares sobre la cama vacía.

Cuando recordó lo sucedido la noche anterior, recordó que Ava había estado muy borracha mientras él estaba sobrio en un 30 por ciento.

Cuando miró el billete de cien dólares, a Daniel le dio un repentino dolor de cabeza.

Llamó a Ava, pero descubrió que su teléfono estaba apagado.

Supuso que Ava se había enfadado con él por lo de la noche anterior, así que se alistó para ir a su casa y buscarla después de bañarse.

Ava había llegado a su apartamento y corrió al baño para bañarse apenas entró.

No podía soportar pensar en lo que había pasado la noche anterior. Era su primera vez y acabó dándosela a un tipo cualquiera. Ni siquiera podía recordar lo que había pasado. Cuanto más pensaba en eso, más se le saltaban las lágrimas.

Después de bañarse distraídamente, el timbre de su casa sonó de repente.

Quiso fingir que no había nadie en la casa, pero escuchó la voz de Daniel a través de la puerta. "Ava, soy yo".