Esposa Pecadora romance Capítulo 1079

El guardia se quedó mirando a Lana, que reía como una loca, con una mirada indiferente.

Jeremy levantó la mano para hacer una señal, y el guardia se giró para salir de la sala.

En la sala de custodia solo estaban Jeremy y Lana.

Lana se rio por un momento y, de repente, su expresión cambió a una bastante afligida mientras miraba fijamente al hombre que parecía indiferente.

"Jeremy, Jeremy, cuéntame. Lo que has dicho antes fue un acto, ¿verdad? ¿Cómo es posible? Nos hemos vuelto tan cercanos durante este tiempo. Fuimos tan felices estando juntos todos los días. ¿Cómo puedes tratarme así?".

"Jeremy, dime, ¿por qué?".

Los gritos de Lana y su tristeza hizo que los que no sabían del incidente se compadecieran de ella.

Sin embargo, después de que Jeremy la escuchara, su mirada se volvió mucho más severa y aguda.

Dio grandes zancadas y se acercó a Lana. Sus largos dedos se aferraron con fuerza al cuello de ella mientras su mirada helada era tan cortante como una hoja afilada. Dijo: "¿Aún tienes las agallas de preguntarme por qué?".

Los ojos almendrados de Jeremy desprendían una vibración gélida mientras su agarre del cuello de Lana se tensaba ligeramente.

"Piensa en cómo has tratado a mi amada, a mis hijos y en las cosas que me hiciste. Ya he sobrepasado mi límite dejándote vivir hasta este momento".

Lana respiraba con dificultad bajo su agarre. Su pálido rostro se enrojeció por la falta de aire.

La mirada gélida de Jeremy era tan fría como una ventisca mientras miraba el rostro de Lana, que estaba contorsionado por el dolor.

Jeremy quería que Lana sufriera tanto física como emocionalmente y hacerle sentir lo peor que este mundo podía ofrecer.

Jeremy lanzó un trozo de espejo delante de Lana. Sin dejar de agarrarla por el cuello, la obligó a ponerse frente al espejo.

"Lana, mírate. No importa lo perfecta que sea tu cirugía plástica, aún puedo ver lo que hay en ese desagradable corazón tuyo. Una mujer como tú no recibirá el afecto de ningún hombre en este mundo porque no lo mereces".

“...”.

"Ah...". Lana abrió aún más sus ojos tratando de reprimir con todas sus fuerzas las lágrimas que de todas formas le caían por la cara.

Sintiendo asco, Jeremy la soltó de su agarre.

Lana se dejó caer en el suelo y siguió tomando grandes bocanadas de aire fresco.

"Ja, ja, ja...".

Lana empezó a reírse de nuevo tras ver a Jeremy descontento.

"Jeremy, es bueno que te enfades conmigo. Al menos esto también es una forma de hacer que sientas algo por mí. Sin embargo, no olvides esto: Puede que no seas capaz de deshacerte del veneno en tu cuerpo tan fácilmente. No podrás vivir mucho tiempo si me dejas".

Jeremy puso una mirada severa y miró a Lana. "Si sigo vivo, ¿crees que serás capaz de morir en paz?".

“...”. Lana levantó la cabeza para contemplar la sutil mirada del hombre que le provocaba escalofríos.