Esposa Pecadora romance Capítulo 1107

Madeline sintió curiosidad, así que siguió a Lillian hasta la ventana de cristal del otro lado.

Lillian actuaba de forma extraña y no dejaba de apuntar hacia el cristal.

Madeline miró hacia donde ella señalaba, pero no vio nada.

"Lily, ¿qué quieres que vea?", preguntó Madeline pacientemente con una sonrisa.

Lillian parpadeó y tomó la mano de Madeline, y luego la condujo hacia la puerta.

Jackson las siguió apresuradamente al ver esto.

Madeline nunca había visto a su hija actuar así. Su corazón empezó a latir más rápido al sentir que algo iba a suceder a continuación.

Lillian tomó la mano de Madeline y se dirigió al otro lado de la carretera. Después de cruzar, entraron en el edificio.

"Lily, ¿quieres que venga aquí?". Madeline miró a su alrededor y no notó nada fuera de lo normal.

Los ojos de Lillian brillaban. Ella también miraba a su alrededor.

Era como si estuviera buscando algo. Sin embargo, no pudo encontrar lo que buscaba.

Madeline le acarició la cabeza y sonrió suavemente. "Lily, volvamos a elegir nuestros juguetes".

Lillian asintió desanimada antes de alejarse con Madeline.

Sin embargo, en el momento en que se dieron la vuelta, sus hermosos ojos volvieron a iluminarse.

Lillian se detuvo en seco y agarró la camiseta de Madeline. Sus dedos regordetes señalaban la puerta del ascensor que se estaba cerrando.

Madeline miró hacia allí y, en el momento en que la puerta se cerraba, sus ojos se encontraron con un par de ojos profundos y rasgados.

El corazón de Madeline se desplomó.

Solo volvió en sí cuando vio que la puerta del ascensor se cerraba.

"¿Jeremy?".

Sin embargo, cuando se dio la vuelta, el hombre que había visto antes estaba saliendo del ascensor.

El hombre era alto y delgado. Llevaba un abrigo beige y parecía imponente mientras caminaba hacia delante.

Su pelo corto y cenizo tenía un aspecto limpio y refrescante. Además, sus ojos ámbar parecían extraordinarios. Atrajo la atención de muchas mujeres con su aspecto atractivo.

Cuando el hombre salió del edificio, se alejó en un coche.

Al día siguiente.

Después de llevar a los niños a la escuela, Madeline volvió al edificio del día anterior.

No sabía qué estaba esperando. Al mismo tiempo, pensó que solo se estaba ilusionando.

El hombre que más quería en este mundo estaba muerto.

Ella tocó el separador de libros en su bolsillo, pero ya no pudo sentir el calor de Jeremy.