Esposa Pecadora romance Capítulo 1152

"¿Cómo piensas afrontarlo?", preguntó ella.

"Te prometí que no me pasaría de la raya, ¿verdad? Solo espérame en casa, ¿vale? Todo irá bien".

El hombre le acarició suavemente la nuca antes de darse la vuelta para salir por la puerta con frialdad.

"Jeremy", gritó Madeline tras él.

El hombre se giró y le dedicó una sonrisa tranquilizadora en respuesta a la preocupación de sus ojos. "No te preocupes, espérame en casa".

Madeline asintió. Después de verlo alejarse, ella se dirigió al laboratorio.

De camino a la Corporación Whitman, Jeremy hizo dos llamadas telefónicas, la segunda era dirigida a Ryan.

Él contestó el teléfono con calma a los primeros timbres. "¿Cómo es que todavía tienes tiempo para llamarme ahora? Seguro que has visto las cosas en Internet, ¿no? ¿Qué vas a hacer al respecto?".

Jeremy respondió despreocupado: "¿Esto significa que admites ser la persona detrás de todo esto, entonces?".

Ryan no contestó y se limitó a reírse sin aliento. "Siempre ha habido dos cosas que obstaculizan a los hombres desde el principio de los tiempos, Jeremy Whitman. Una de ellas, las mujeres, y la otra, la autoridad y la fama".

"Tú elegiste la primera y eso se ha convertido en tu punto débil". Ryan hizo una pausa. "Podría darte la oportunidad de pasar tus últimos momentos con la mujer que amas, Jeremy, si tan solo no supieras tanto".

Ryan colgó el teléfono como si ya hubiera convencido a Jeremy.

Jeremy se quitó el auricular Bluetooth y miró fijamente la carretera que tenía delante. Sus ojos oscuros brillaban con un destello de astucia.

Cuando llegó a la Corporación Whitman, se encontró con un gran grupo de personas formado por reporteros, periodistas y personas que pasaban por allí en busca de chismes incluso antes de que él pudiera llegar a la entrada.

Alguien gritó de repente: "¡Jeremy Whitman está aquí!".

Las miradas de todos se posaron en el coche que conducía Jeremy y se lanzaron hacia él como una ola.

El coche de Jeremy fue rodeado de inmediato.

Todo tipo de dudas, preguntas e incluso palabras que contenían comentarios personales comenzaron a sonar en el aire.

"¿No debería responder a lo que es tendencia en Internet, señor Whitman?".