Esposa Pecadora romance Capítulo 1200

Después de escuchar la advertencia de Jeremy, el rostro de Ryan ya no estaba tranquilo y sereno como antes.

Bajó el rostro, y sus apuestos y gentiles rasgos se nublaron con una espesa oscuridad.

Alcanzó su teléfono y llamó a Adam. "Consigue la ubicación de Lana y ponme al corriente inmediatamente".

Adam fue obediente y llamó inmediatamente a Lana siguiendo las instrucciones de Ryan.

Como Lana necesitaba el reactivo de Adam para vivir, había puesto un tono de llamada especial para las llamadas de Adam.

Casualmente, Lana se había quedado sin los reactivos el día anterior. Cuando recibió la llamada de Adam, estaba muy emocionada. "¡Adam, necesito más antídotos!", dijo en tono autoritario.

"A las ocho de esta noche, irás a la habitación presidencial del Hotel Glendale y esperarás allí. Alguien te enviará los frascos de reactivo", respondió Adam sin prisas.

Lana apretó los dientes con insatisfacción. "¡Adam, traidor! ¿Has olvidado quién te dio los recursos y te pidió que hicieras la investigación? Una vez que mi hermano murió, tú eras...".

"Lana, no te deleites en la gloria del pasado. Si quieres sobrevivir ahora, será mejor que dejes de lado tu actitud egoísta. Ya no eres una princesa, así que no actúes como tal".

"Tú...".

Lana quiso seguir reprendiéndolo, pero Adam colgó la llamada.

Después de pensar en lo que Adam acababa de decir, Lana miró la hora. Todavía quedaba algo de tiempo antes de las ocho.

Salió a dar un paseo y se dirigió a la villa en la que había vivido antes. En ese momento, estaba clausurada.

Lana estaba resentida y sentía que todo lo que le ocurría era culpa de Madeline.

Lana estuvo pensando en cómo enfrentarse a ella hasta el momento en que llegó a la habitación presidencial.

Cuando llegó a la puerta, vio que ésta estaba entreabierta.

Lana estaba confundida, pero no olvidaba por qué estaba allí.

"No me importa cuando tú y Adam se confabularon. Solo quiero el reactivo", dijo tendiéndole la mano a Ryan. "Ryan, Adam debe haberte dado las botellas de reactivo. ¡Dámelas ahora mismo!".

Los ojos de Ryan se hundieron mientras sacaba lentamente una pistola del bolsillo interior de su traje. Luego instaló el silenciador. "No estoy aquí para darte las botellas de reactivo, Lana. Estoy aquí para enviarte a ver a Yorick".

‘¡¿Qué?!’.

Los ojos de Lana se abrieron de par en par con horror mientras miraba al hombre que tenía delante con incredulidad.

Sintió que algo andaba mal y apretó la toalla alrededor de su cuerpo mientras se daba la vuelta para correr. Sin embargo, ¡Ryan ya le había apuntado a la frente con la pistola!

A Lana le temblaron las piernas. "¡Ryan! ¿De verdad vas a matarme?".

La expresión de Ryan era inexpresiva mientras sonreía. "Pronto lo sabrás, Lana".