Esposa Pecadora romance Capítulo 1240

Madeline levantó la cabeza y miró a Ryan con expresión indiferente. Luego, sus ojos se enrojecieron gradualmente.

"Si es realmente sentenciado, ¿puedes darme primero el reactivo? No quiero que muera con el veneno aún en su cuerpo".

Madeline le suplicaba con los ojos. Las lágrimas que brotaban de sus ojos caían por sus mejillas en silencio.

Ryan miró las lágrimas de Madeline con las cejas fruncidas.

"Ryan, si no puedes ayudar a Jeremy a encontrar al verdadero culpable y no puedes darme el reactivo, entonces parece que he perdido toda razón para seguir quedándome aquí".

Cuando terminó de hablar, se levantó llorando. Sin embargo, antes de que pudiera ir lejos, la voz de Ryan llegó desde atrás.

"Si Jeremy llega a ser condenado a muerte como veredicto final, te daré el reactivo".

Ryan sonaba un poco reacio, pero finalmente aceptó.

Madeline se detuvo en seco. Estaba de cara a la puerta cuando un ligero destello cruzó sus ojos empañados.

"Sigue cenando conmigo. Ahora eres la Señora Jones", exigió Ryan con un tono muy autoritario.

Madeline se quedó parada y dudó unos segundos antes de darse la vuelta y volver a su asiento.

"Mañana te llevaré a ver a Adam". Ryan tomó el pañuelo y se lo entregó a Madeline. "No quiero volver a verte llorar por Jeremy".

"Es el amor de mi vida. ¿Crees que puedo ser completamente indiferente?". Madeline miró con valentía a los ojos descontentos de Ryan.

Él frunció sus finos labios. "Pronto dejará de ser el amor de tu vida".

Madeline vio la confianza que irrumpía en los ojos de Ryan al decir esto último, pero no dijo nada.

A primera hora de la mañana, Ryan llevó a Madeline a reunirse con Adam.

Madeline volvió a quedar inconsciente a mitad del trayecto. Luego, llegaron al laboratorio de Adam del que ella no sabía la dirección.

Adam le pidió a alguien que sacara un pequeño gatito blanco. El gatito parecía estar a punto de morir, pues respiraba con mucha dificultad.

Apartó las manos del cuello de Adam y miró la caja de reactivos que Ryan tenía en sus manos

Sabía que Ryan no se los daría tan fácilmente.

En el camino de vuelta, Madeline no dejaba de mirar a Ryan.

Ryan también se dio cuenta de que Madeline lo miraba fijamente. Curvó las comisuras de los labios y sonrió. "Te lo daré después del veredicto".

Mientras decía eso, accionó un interruptor en el panel de control. Entonces, un gas incoloro e inodoro salió de la rejilla de escape del lado del asiento del pasajero.

Madeline cerró rápidamente los ojos y se recostó en su silla.

Después, Ryan detuvo el coche. Miró a Madeline, que ya se había quedado dormida, y la llamó tímidamente: "¿Eveline, Eveline?".

Al ver que Madeline no daba una respuesta, Ryan salió rápidamente del coche.

Miró a su alrededor. Tras confirmar que no había nadie a su alrededor, abrió el maletero y sacó apresuradamente un objeto...