Esposa Pecadora romance Capítulo 1279

Madeline no se sorprendió al descubrir que Ryan tenía un motivo oculto y lo afrontó con calma. "¿Cuáles son mis opciones?".

Ryan sonrió al otro lado de la llamada mientras respondía a su pregunta.

El agarre de Madeline a su teléfono se tensó cuando escuchó las dos opciones que Ryan le daba.

En realidad, no le estaba dando ninguna.

Tras colgar la llamada, Madeline bajó lentamente la mano y miró en la dirección en la que Jeremy se precipitaba hacia ella. La luz de sus ojos se atenuó al bajar la mirada.

"¿Por qué has salido corriendo de repente? Todavía no has terminado de comer". Eloise corrió de repente hacia Madeline y la miró seriamente.

Puede que Eloise no reconociera a Madeline, pero era evidente que aún se preocupaba por ella.

Madeline sintió que algo le apretaba el corazón. Agarró la mano de Eloise y sonrió. "Vamos a comer".

"Sí". Eloise sonrió y le devolvió el agarre a Madeline.

Madeline miró con nostalgia a la distancia antes de que finalmente se diera la vuelta...

Jeremy conducía lo más rápido que podía mientras acortaba la distancia entre él y la villa. La chispa en sus ojos no dejaba de brillar.

Su acelerado corazón le decía que su Linnie estaba en la villa a la que se estaba aproximando.

Estaban a punto de llegar a la villa cuando Jeremy sintió que los latidos de su corazón se volvían erráticos y su respiración se hacía irregular.

La conocida sensación de dolor lo afectó de golpe otra vez.

Quería seguir avanzando, pero la avalancha de dolor que solo parecía crecer lo obligó a detener el coche.

Los restos de veneno en su interior comenzaron una nueva ronda de tortura.

"¿Estás bien, Jeremy?". Las personas que lo acompañaban empezaron a preocuparse, ya que el aspecto de Jeremy era, francamente, horrible.

"Déjenme aquí y conduzcan hasta allí". Jeremy respiró profundamente para suprimir el dolor y bajó del coche. No podía retrasar el rescate de Madeline.

"Jum". Madeline se burló irónicamente.

¿Contaba esto como una elección?

La estaba obligando descaradamente a marcharse.

‘Qué hombre tan cruel eres, Ryan Jones’.

Sentada al lado de Madeline, Eloise preguntó inocentemente al creer ver una sonrisa en el rostro de Madeline. "¿Por qué sonríes? Cuéntanoslo, tal vez a nosotros también nos haga gracia".

A Madeline le dolió el corazón al mismo tiempo que se sentía desesperada ante esas palabras. Mirando a su despreocupada y elegante madre, Madeline esbozó una ligera sonrisa. "Eveline está muy contenta de volver a ver a su madre y a su padre".

Las delicadas cejas de Eloise se fruncieron. "¿Por qué te has llamado a ti misma Eveline? ¿También te llamas así? ¡Es el nombre de mi hija!".

Madeline no sabía cómo decirle a Eloise la verdad, pues esta no lo entendería por mucho que Madeline se lo explicara.