Esposa Pecadora romance Capítulo 1315

A Ryan no le podía resultar más familiar esta voz.

La mirada de Ryan pasó por encima de la gente que tenía delante y se posó en el hombre que caminaba hacia él lentamente.

Esta persona no era cualquiera. Era la persona en quien más había confiado recientemente: Adam.

Jeremy se sorprendió un poco al ver a Adam, pero tampoco se sorprendió demasiado.

Él había descifrado casi por completo todo lo que había pasado en el camino.

El misterioso hombre que le había dado los primeros auxilios, llevado al hospital y enviado el mensaje había sido Adam.

Ryan miró a Adam, quien se dirigía lentamente hacia él, mientras la sonrisa orgullosa de su rostro desaparecía.

"¿Por qué estás aquí?". La expresión de Ryan era fría. De hecho, incluso quiso preguntarle a Adam por qué había dicho esas palabras en ese momento.

Adam sonrió con calma, levantando sus ojos oscuros que estaban detrás de sus gafas.

"¿En qué otro lugar esperabas que estuviera?", preguntó Adam con una leve sonrisa. "¿Creías que estaba siguiendo tus instrucciones y llevando a Eveline al lugar que habías mencionado?".

Cuando escucharon sus palabras, tanto los ojos de Jeremy como los de Ryan se abrieron de par en par bruscamente al mismo tiempo.

Jeremy se dirigió al frente de Adam y preguntó nerviosamente: "Adam, ¿sabes dónde está Linnie?".

Adam miró a Jeremy, quien estaba lleno de preocupación, y luego le dirigió su mirada a la fría expresión de Ryan.

"La he trasladado a un lugar seguro", dijo Adam sin prisa.

La preocupación en los ojos de Jeremy se convirtió en alegría. "Adam, ¿estás diciendo la verdad? ¿Linnie de verdad está a salvo?".

Él había tocado con la yema de sus dedos la pequeña tarjeta en la parte superior de la tapa, donde había una dirección escrita claramente.

Al ver eso, Jeremy sintió una pizca de duda, pero entonces pensó en el misterioso médico que lo había salvado anteriormente y todo pareció estar relacionado.

¡Adam en realidad era un buen tipo!

Adam y Jeremy se miraron con una luz clara en sus ojos.

Comprendieron tácitamente lo que el otro estaba pensando.

"¡Adam! ¡Habla!", exigió Ryan bruscamente. Dio un paso hacia adelante de repente y le agarró a Adam el cuello de la camisa.

Una expresión severa se abrió paso de repente en el rostro elegante y apacible de Adam. En sus ojos surgió una intensidad nunca antes vista.