Esposa Pecadora romance Capítulo 1475

Madeline se dio cuenta de inmediato de algo. Ella no se había quitado el anillo del dedo anular y, al mismo tiempo, le resultaba difícil quitárselo.

Ella vio que Jeremy estaba mirando el anillo distraídamente mientras su agarre en la palma de la mano de ella se hacía cada vez más fuerte.

Su calor se filtró desde su piel hasta su sangre, hasta llegar a su corazón.

"¿Por qué tienes este anillo?", le preguntó el hombre a Madeline, mirándola fijamente a los ojos.

Desde que había aceptado la oferta de trabajo, ella sabía que Jeremy vería el anillo en su dedo anular algún día.

Ella sonrió con calma y dijo: "El hombre que amaba me puso este anillo. ¿Pasa algo?".

"Imposible", negó Jeremy. "Es imposible que haya un segundo anillo como éste en este mundo".

Madeline fingió fruncir el ceño, confundida. "¿Por qué dice eso, Señor Whitman?".

Jeremy movió sus finos labios y miró los inocentes ojos abiertos de Madeline. Él quiso decir algo, pero se detuvo.

¡Beep, beep, beep!

El sonido de los claxon urgentes surgió desde la parte trasera y Madeline giró la cabeza para mirar detrás de ellos. Entonces, apartó su mano decididamente de la mano de Jeremy.

"Gracias por haberme traído a la estación de metro, Señor Whitman. Lo veré más tarde", dijo Madeline y abrió la puerta rápidamente. Ella se bajó del coche a un lado de la carretera y se dirigió rápidamente a la estación.

Aún se escuchaban ruidos de cláxones desde la parte trasera del coche, pero Jeremy se limitó a mirar distraídamente en la dirección en la que Madeline se había marchado.

Él puso su mano derecha vacía bajo su nariz para olfatear. Era como si el olor que lo había emocionado aún estuviera en él.

"El olor de Linnie".

Él murmuró en silencio, pero cuando volvió a levantar la cabeza, ya no vio a Madeline.

Madeline estaba escondida detrás de una columna. Después de ver que el coche de Jeremy se alejaba, ella finalmente salió detrás del pilar.

Ella sabía que Jeremy debía estar sospechando algo. Sin embargo, su cara y su voz no eran como antes.

Esta vez no había excepciones.

Ese día en el mar, ella había visto a Ryan de pie en el yate. Ella todavía podía recordar la mirada aliviada del hombre en aquel momento.

En el momento en que el yate explotó, el aire y el calor la habían lastimado mucho a pesar de estar lejos de él. Por su lado, Ryan estaba en el yate, por lo que hubiera sido difícil que él escapara de la muerte.

Al recordar lo sucedido en aquel día, Madeline sintió que la cabeza le pesaba más y también sintió una sensación de ardor en la cara.

Ella sabía que esto podría ser psicológico. Todavía no podía olvidar lo que había sucedido en aquel entonces.

Madeline no se acercó a la mansión. Ella vio que la impostora también estaba de pie en la puerta principal de la mansión, pero no entró.

Después de un rato, Madeline vio que la impostora se giró con los ojos llenos de lágrimas.

Poco después, la impostora arrancó el coche y se alejó. Entonces, por la mirada devastada e inconsolable de sus ojos, Madeline tuvo una idea de lo que estaba pasando en su interior. Ella estaba casi segura de quién era esa mujer.