Esposa Pecadora romance Capítulo 1569

Había sido una noche lluviosa como la de ese día. Un grupo de delincuentes le dio una paliza y quedó muy herido.

Ella había ido con un paraguas y lo había rescatado.

Mientras abrazaba a Felipe, Cathy se quedó atónita bajo la lluvia.

La escena que pasó ante ella la confundió por un momento. No podía saber si realmente había sucedido o si todo era parte de su imaginación.

Adam, quien había escuchado el ruido y por ello salió corriendo, vio la escena a lo lejos y se apresuró a acercarse.

"¡Cathy!".

Cathy volvió en sí de repente y vio que Felipe estaba cubierto de sangre. Sus ojos se abrieron de par en par por el miedo mientras sus lágrimas caían incontrolablemente.

"¡No te mueras, Felipe!", gritó ella. Su voz sonaba desgarrada y devastada.

Cuando Cathy gritó, el corazón de Adam siguió sus gritos y se tensó de repente.

Él corrió hasta llegar al lado de Cathy. Cuando vio que Felipe había perdido el conocimiento, llamó a una ambulancia de inmediato.

Antes de que llegara la ambulancia, Adam le dio los primeros auxilios a Felipe.

Durante todo el proceso, Cathy se mantuvo a su lado, asustada. Incluso cuando los dos pequeños estaban tirando de las esquinas de su ropa, ella no mostraba ninguna respuesta.

Su mirada estaba fija en Felipe, quien había perdido el conocimiento.

Felipe fue trasladado a la sala de urgencias. El cuchillo le había atravesado el pecho. Aunque no le había dañado ningún órgano vital, había perdido mucha sangre.

Cuando Cathy se enteró de que Felipe necesitaba una transfusión de sangre, ella fue la primera en acercarse y ofrecerse como voluntaria.

"Doctor, tengo el mismo tipo de sangre que él. Puedo donar mi sangre para su transfusión".

"Señorita, el hecho de que tenga el mismo tipo de sangre no significa que podamos estar seguros de que su sangre pueda ser transfundida. Todavía tenemos que...".

"Lo entiendo. Estoy muy segura de que mi sangre es adecuada para ser transfundida a él". Cathy estaba muy segura, y la mirada en sus ojos era extremadamente decidida.

Cuando Cathy vio el rostro preocupado y nervioso de Adam, la mujer le dedicó una pequeña sonrisa.

"No te preocupes, Adam. Lo que pasó antes ya pasó. Ahora sé a quién debo cuidar".

Cuando Adam escuchó las palabras de Cathy, sus latidos erráticos por fin se calmaron.

Cathy se dio la vuelta y siguió mirando la puerta cerrada de la sala de urgencias. De alguna manera, la sonrisa de su rostro desapareció, pero la imagen de aquel día se fue aclarando en su mente.

...

Al día siguiente.

Madeline pasó la noche en la mansión y durmió bastante cómodamente.

Ella llamó a Jeremy en secreto y se dio una ducha antes de salir de la habitación.