Esposa Pecadora romance Capítulo 1615

Madeline apenas había puesto un pie en el avión cuando se congeló justo después.

"¡Linnie!".

Jeremy gritaba continuamente.

"¡Linnie, no te vayas con él!".

Carter bajó la mirada para mirar a Madeline, quien estaba a su lado. Se giró y usó las esquinas de sus ojos para mirar a Jeremy, quien corría hacia ellos.

"No te preocupes por esas personas irrelevantes. Vámonos", le dijo Carter a Madeline y, al mismo tiempo, aceleró el paso.

Madeline quiso darse la vuelta para mirar a Jeremy, pero después de escuchar lo que Carter había dicho, decidió seguir a Carter hacia el avión.

Cuando Jeremy vio que Madeline no se daba la vuelta, sintió como si su corazón se hubiera sumergido en un pozo sin fondo. Sin embargo, no se rindió así de fácil.

Dio grandes pasos y los persiguió. Sin embargo, cuando estaba a punto de acercarse a Madeline, la puerta del avión se cerró con fuerza haciendo un fuerte golpe.

La pesada puerta del avión los separaba en dos mundos diferentes.

"¡Linnie!".

Jeremy trató de llamar a Madeline de nuevo.

Él sabía que Madeline no podía escucharlo, pero tenía claro que, aunque lo hiciera, no se daría la vuelta.

En ese momento, Jeremy no tenía otra opción. Solo podía observar el avión mientras despegaba frente a él.

Lo único que le hacía sentirse tranquilo era saber que Carter no le haría nada a Madeline.

Carter tenía un objetivo, pero su objetivo no era Madeline, así que no la tocaría.

Sin embargo, aunque así fuera, Jeremy no podía estar del todo tranquilo.

Regresó para hacer una maleta ligera antes de subir a un avión con destino a San Piaf.

Él mismo tenía que llevar a su Linnie a casa.

La letra parecía tan sencilla y tan normal, pero Adam sintió algo diferente.

Sintió que ella se alejaba cada vez más de él, a pesar de que la había escuchado decir a Jeremy que ya no había vuelta atrás.

Sin embargo, la persona que ella tenía delante seguía siendo Felipe. Era el hombre que ella no pudo olvidar incluso después de tantos años. El hecho de que no hubiera vuelta atrás para ella podría tener otro significado de que solo tenía ojos para él.

En la habitación conyugal del centro de detención.

Cathy llevó a los dos niños de un año con ella. Tenía la mirada perdida en la pared vacía, pero un montón de recuerdos del pasado estaban pasando por sus ojos.

Los recuerdos felices e infelices estaban frente a sus ojos.

"Mami, ¿dónde estamos? ¿Por qué estamos aquí?", preguntó el joven e ingenuo niño.

Cathy levantó la mano para tocar la cabeza de su hijo con una sonrisa cariñosa y benévola: "Juan, ¿recuerdas al tío que te ayudó a recoger la pelota?".

El pequeño parpadeó con sus sinceros ojos abiertos. "Ese tío tan guapo".