Esposa Pecadora romance Capítulo 1749

Carter había estado una vez en ese lugar, así que sabía que esta era la casa de Adam.

Sin embargo, Shirley y Adam eran antagónicos. Él sabía que Shirley despreciaba a su hermano, así que le pareció curioso que Shirley se estuviera quedando allí.

Mientras el viento y la nieve se volvían más pesados, Carter entró en la casa, sintiendo el calor envolviéndolo.

Él sacudió la nieve acumulada en su hombro y entró.

Cathy estaba preparando sopa para Shirley. Ella levantó rápidamente la mirada cuando escuchó repentinos pasos entrando en la casa y vio a Carter caminando hacia las escaleras.

Cathy se puso más alerta al ver a Carter. "Está invadiendo propiedad privada de nuevo, señor Gray."

Carter no prestó atención a las palabras de Cathy y solo la miró. "Ella está arriba, ¿verdad?".

“La persona que está buscando no está aquí. Por favor, váyase". La actitud de Cathy fue firme.

Carter siguió ignorando a Cathy y permaneció callado mientras subía las escaleras.

"¡Detente!". Cathy corrió hacia él para intervenir. “Carter, esta no es tu casa. No puedes venir aquí cuando quieras".

Tan pronto habló la mujer, Carter levantó lentamente los párpados.

"Normalmente, nadie puede impedirme ir a donde quiera".

“Sin embargo, esta es una residencia privada. ¡No puedes entrar aquí sin el consentimiento del propietario!". Cathy tenía la intención de enfrentarse a Carter hasta el amargo final, sin revelar ningún indicio de miedo a Carter.

El rostro de Carter rara vez mostraba signos de emociones, pero sus cejas en ese momento se crisparon. Él levantó la mirada y observó a Cathy.

“¿El consentimiento del propietario? ¿Crees que ella no estará de acuerdo conmigo? Ella es dueña de esta casa también, ¿no?”. Carter miró hacia arriba y quedó claro a quién se refería.

Cuando Cathy y Carter, aún en las escaleras, escucharon este sonido amortiguado, sus miradas se desviaron simultáneamente hacia la fuente del sonido.

Cathy, presintiendo intuitivamente que algo le había sucedido a Shirley, se volteó inmediatamente con la intención de examinar la habitación, pero Carter se le adelantó.

"¡No puedes ir!". Cathy extendió la mano y lo agarró.

La expresión de Carter cambió para mal, lo cual hizo que pareciera extremadamente molesto e impaciente. Se dio la vuelta y sus ojos, generalmente amables y tranquilos, se veían agudos y hostiles.

"Nunca he golpeado mujeres, así que espero que no seas la primera".

Luego sacudió la mano de Cathy para alejarla y siguió caminando.

Esta vez, sin embargo, su brazo fue agarrado por otra palma fuerte.