Esposa Pecadora romance Capítulo 1856

“Shirley, ¿qué ocurre? ¿Te sientes mal?”.

“Je, je...”. Shirley se rio amargamente. “Castigo”.

Ella pronunció la palabra con gran esfuerzo.

Carter frunció el ceño.

“¿De qué tonterías estás hablando?”.

“La cuarta etapa del veneno está activa”. Shirley respiraba con dificultad; su discurso era difícil de entender.

Carter se quedó helado al instante. Aprovechó ese momento para observar detenidamente el rostro de Shirley y empezó a sentir pánico.

“¿Dónde está el reactivo antitoxinas? He ido a tu laboratorio y he visto que lo has terminado. ¿No te inyectaste con eso?”, preguntó Carter incoherentemente.

Shirley levantó sus ojos cansados y, a través de su visión borrosa, vio el rostro lleno de preocupación de Carter.

“Sí, está terminado. Y sí, lo he inyectado, pero no está dentro de mí”.

Shirley mostró una sonrisa de alivio mientras hablaba.

“Le he hecho mucho daño a los demás sin beneficiarme a mí misma. Esta es la primera vez que experimento ser una buena persona y resulta que se siente bastante bien. No, esto realmente no cuenta. Solo estoy compensando con mi mejor esfuerzo las maldades que hice en el pasado”.

Cuando Shirley terminó de hablar, se rio de sí misma y luego movió con esfuerzo el dedo para manejar la silla de ruedas.

Jeremy, quien estaba al lado de Shirley, se dio cuenta inmediatamente de algo después de escuchar lo que había dicho Shirley.

Parecía que el reactivo antitoxinas que le había dado Shirley era el único.

La razón por la que había tenido tanta prisa en pedirle que se lo inyectara a Madeline fue que le preocupaba que Carter apareciera y lo impidiera; no fue por ninguna otra razón.

Carter también pareció entenderlo. “Shirley, ¿qué dijiste? ¿Estás diciendo que le has dado el reactivo antitoxinas para el AXT69 a Jeremy?”.

Así es. Estaba preocupado.

En cuanto a Jeremy, se sorprendió al saber que Shirley estaba embarazada y que el niño era de Carter.

Jeremy nunca se imaginó que Carter y Shirley tuvieran este tipo de relación.

Además, no esperaba que Shirley le entregara el único frasco de reactivo antitoxinas.

Eso significaba que ella y su hijo ciertamente sufrirían daños.

Al pensar en eso, un rastro de lástima apareció en el corazón de Jeremy.

Sin embargo, la lástima no era por Shirley, sino por el inocente niño que ella llevaba en su vientre.

Shirley, sin embargo, se reía en ese momento. “Carter, te equivocas. El niño en mi vientre nunca tuvo la oportunidad de venir a este mundo”.