Esposa Pecadora romance Capítulo 1887

Por la ansiedad en el tono de Carter y la declaración que hizo, Madeline pudo escuchar lo mucho que él deseaba que Shirley y el niño en el vientre de Shirley estuvieran bien. Sin embargo, lo que obtuvo fue un movimiento de cabeza arrepentido del doctor.

“¿Cuál es su relación con la paciente?”, le preguntó el médico.

Carter pareció estar aturdido por la pregunta.

¿Quién era Shirley para él?

¿Era su marido?

No.

Sin embargo, ella estaba embarazada de su hijo.

¿Su novia?

Ni siquiera eso.

Él nunca le había hecho una promesa como lo harían los novios.

La relación entre ellos ya no podía describirse con simples palabras.

El doctor pensó que era extraño cuando vio que Carter no hablaba durante mucho tiempo. Y entonces Carter finalmente habló.

“Soy su… amante”.

‘¿Es eso cierto?’.

‘Ella debe seguir amándome, ¿verdad?’.

Carter pensó todo esto en un intento de consolarse a sí mismo.

Cuando el doctor escuchó esto, interpretó que eran marido y mujer.

“Señor, lamento decirle que el niño en el vientre de su esposa ya había desaparecido mientras usted estaba de camino hacia aquí”.

Cuando Madeline notó el inusual estado de ánimo de Jeremy, se dio cuenta rápidamente.

“Jeremy, ¿estás pensando en lo que me pasó antes?”.

Jeremy de repente volvió en sí. Asintió con sinceridad, luego bajó la mirada y miró los hermosos ojos de Madeline.

“Ese día, yo también había caminado de un lado a otro con preocupación por el pasillo como Carter. No dejaba de mirar la luz roja que había sobre la puerta del quirófano”.

Jeremy recordó esto. A pesar de que Madeline estaba a su lado en ese momento, seguía sintiendo un dolor que le perforaba la sangre.

“Después de que la luz se apagara, el doctor me dijo que te habías ido. No le creí y me negué a creerle. Tenía la esperanza de que me estuviera mintiendo, de que solo estuviera actuando. Luego de eso, yo también me apresuré a entrar en el quirófano como lo hizo Carter. Entonces, te vi. Ya habías dejado de respirar”.

Mientras Jeremy hablaba, sus ojos también se pusieron rojos.

Madeline le tomó la mano y se dio cuenta de que la mano del hombre estaba helada.