Esposa Pecadora romance Capítulo 1892

Ella había dicho que era familiar de Jeremy y Madeline. Esperaba que fueran a buscarla pronto, pero solo era un deseo que sus sentimientos fueran correspondidos.

Les había hecho mucho daño. ¿Por qué iban a ir a ayudarla?

Mientras Shirley caía en la desesperación, Jeremy y Madeline aparecieron ante ella.

Shirley miró a la pareja casada que se acercaba y sintió un sentimiento indescriptible en su corazón.

“No pensé que vendrían”. Los ojos de Shirley se llenaron de gratitud, así como de arrepentimiento.

“Suficiente con esta palabrería. ¿Por qué nos has llamado?”, preguntó Madeline sin rodeos.

“Carter me va a llevar de vuelta a San Piaf dentro de una hora. No quiero tener más contacto con él, así que esperaba que pudieran llevarme lejos de aquí”.

Shirley miró suplicante a Madeline.

“Ya no tengo a nadie más en este mundo y no tengo amigos. También sé que no me ves como tu amiga, pero es mi deseo. Por favor, ayúdame esta vez, por el bien de Cathy y Addy”.

Madeline miró la expresión sincera de Shirley y reveló una sonrisa amistosa.

“Te ayudaremos, no por Cathy ni por Adam, sino por ti”.

Cuando Shirley escuchó eso, miró inexpresivamente a Madeline, y luego se dio cuenta lentamente de lo que Madeline había querido decir.

Shirley sintió que las lágrimas pinchaban las esquinas de sus ojos. Era la primera vez que alguien confiaba en ella.

“Gracias”, dijo entre sollozos Shirley mientras les daba las gracias.

Madeline y Jeremy, sin perder tiempo, completaron todos los procedimientos pertinentes para dar de alta a Shirley.

Como Shirley tenía múltiples fracturas óseas y estaba paralizada de cintura para abajo, solo podía salir en camilla.

Sin embargo, cuando estaban a punto de salir de la habitación, apareció Carter.

Sin dudarlo, Shirley habló para rechazar fríamente a Carter.

“Carter, no soy ni tu juguete ni tu sirvienta. Tengo derecho a ir donde quiera. No me iré contigo pase lo que pase. No vuelvas a aparecer delante de mí nunca más o llamaré a la policía”.

Las cejas de Carter se fruncieron con fuerza al escuchar lo que dijo Shirley.

Unos segundos después, él estalló en carcajadas.

“¿Ahora vas a hacerte amigo de tus enemigos? Shirley, yo no maté a Adam y a Cathy, ¿por qué insistes en culparme a mí?”.

Al escuchar eso, Shirley no quiso seguir hablando. Miró a Madeline y le pidió ayuda. “Sácame de aquí”.

Madeline asintió para demostrar que había entendido. “Jeremy, vamos”.

“Espera”.