Esposa Pecadora romance Capítulo 1912

Las palabras de Carter tenían un significado implícito, pero los dos guardaespaldas no pudieron entender nada.

Carter, sin intención de dar explicaciones, se dio la vuelta y salió del estudio para dirigirse al dormitorio de Shirley.

En ese momento, la sirvienta se preparaba para limpiar el cuerpo de Shirley. Al ver que Carter estaba allí, la sirvienta dejó la toalla que tenía en la mano y, sabiamente, salió.

Shirley miró a Carter y luego, como siempre, evitó la mirada del hombre con asco.

A Carter no le importaba. Empezó a caminar hacia la cama, tomó la toalla que la sirvienta acababa de dejar, la empapó en la cubeta con agua tibia y la escurrió.

Él sujetó la toalla caliente y se acercó lentamente a la cara de Shirley, pero Shirley apartó la cara con disgusto.

“Sabes que no quiero verte ahora. Lárgate”. Shirley lo echó directamente.

El movimiento de Carter se detuvo brevemente, pero en el siguiente segundo, él colocó suavemente la toalla sobre la cara de Shirley.

Shirley quiso evitarlo, pero Carter utilizó su otra mano para mantenerla en su lugar.

“¿Qué quieres, Carter?”. Shirley no podía soportarlo más.

En ese momento, ella solo quería estar sola en silencio. Cada vez que veía a Carter, pensaba en las trágicas muertes de Adam y Cathy.

Esto era algo que ella nunca podría superar.

Sin embargo, Carter pareció hacer oídos sordos y se ocupó de sus asuntos mientras seguía limpiando las mejillas de Shirley y luego sostenía la palma de la mano de ella suavemente para limpiarle el brazo.

Shirley frunció el ceño. “Carter, ¿Cuándo dejarás de atormentarme? ¿No crees que ya soy suficientemente desgraciada?”.

En el momento en que ella terminó de decir eso, los movimientos de Carter también se detuvieron.

“Antes, siempre estábamos bien. No sé desde cuándo tú y yo nos convertimos en extraños”.

De repente, él habló como para sí mismo mientras seguía limpiando el cuerpo de Shirley.

‘Porque nosotros causamos esto desde el principio’.

‘No podemos culpar a nadie más’.

Al día siguiente, Jeremy se levantó temprano por la mañana y preparó el desayuno para Jackson antes de llevar a su hijo a la escuela.

Madeline, quien tuvo la rara oportunidad de dormir hasta tarde, vio una nota de Jeremy en la mesita de noche.

La visión de la caligrafía suave pero fuerte del hombre y las amables palabras que él escribió endulzaron el corazón de Madeline. Madeline se levantó con pereza después de leerla varias veces.

Cuando Eloise, que estaba en la planta baja en ese momento, vio que Madeline estaba levantada, preparó personalmente el desayuno y se lo entregó a Madeline.

Madeline miró el desayuno que tenía delante y se sintió ligeramente desconcertada.

“Eveline, nunca te he cuidado bien desde que eras pequeña. También es la primera vez que te preparo el desayuno. Pruébalo y mira si te gusta”.