Esposa Pecadora romance Capítulo 1970

Shirley podía ver la extrema insatisfacción de Carter, y también podía adivinar lo que él estaba a punto de hacer.

Otros podrían temer a Carter por su estatus e identidad, pero ella no.

"Carter, sé que ahora estás muy insatisfecho y que estás enfadado, pero ¿por qué? Tú eres el que ha decidido llegar a donde estás hoy. Todo el mundo tiene que ser responsable de sus decisiones. Al igual que yo maté a mi hijo después de desarrollar el AXT69".

Sin duda, la última frase de Shirley provocó a Carter.

Fue como si algo se hubiera metido en sus ojos y los hubiera enrojecido inmediatamente.

Él miró directamente a la mujer empeñada en hacer que cayera en desgracia. Una sonrisa burlona apareció en su rostro abatido y gélido, y luego se dio la vuelta y se marchó sin decir palabra alguna.

Carter se fue como si nada.

Las personas delante de él le abrieron paso con cortesía.

Sin dar explicaciones ni contraatacar, caminó solo entre la multitud y desapareció en el extravagante Palacio Real.

Shirley giró su silla de ruedas y miró hacia la dirección en la que se había marchado Carter. Su corazón, que estaba cubierto de carne y sangre, le dolía enormemente.

Ella sabía que Carter ya no podría alcanzar la altura que anhelaba en esta vida.

Su último deseo y la vida que anhelaba se había vuelto inalcanzable en ese instante.

Sin embargo, Shirley no se arrepentía de haberlo hecho.

Cuando la madre de Jim vio esto desde un lado, casi no ocultó su sonrisa con la mano.

Carter había fracasado, ¡y la única persona que podía tener derecho a gobernar era su hijo!

"Aunque no la aprendí formalmente, fui capaz de aprender a hacerlo después de ver su ejemplo todos estos años que lo seguí".

"Ya veo", se lamentó Madeline.

Shirley frunció los labios y formó una sonrisa. "Por suerte, encontraste el reloj de bolsillo que Carter utilizó para hipnotizarte en aquel entonces. De lo contrario, no habría sido tan fácil tener éxito".

Mientras hablaba, la sonrisa de su rostro parecía cada vez más aliviada.

"Eveline, lo siento mucho, por ti y por Jeremy. Pero espero sinceramente que nuestros rencores terminen aquí. Creo que el veneno en el cuerpo de Jeremy desaparecerá pronto. Espero que ustedes dos puedan pasar el resto de su vida juntos sin preocupaciones".

Después de darle sus bendiciones a Madeline, Shirley giró su silla de ruedas con decisión y se marchó antes de que Madeline pudiera hablar.

Madeline quiso alcanzar a Shirley para decirle algo, pero casualmente, una figura de aspecto familiar apareció ante sus ojos.