Esposa Pecadora romance Capítulo 2003

Madeline y Jeremy se detuvieron en seco al mismo tiempo.

Los ojos de Hannah estaban llenos de rencor y su hermoso rostro tenía una expresión inflexible.

“Señor Whitman, usted ha aceptado que yo viva en su casa y que usted será responsable de mí, pero todavía se queda con Eveline todos los días. ¿Cómo vas a ayudarme a establecerme?”, preguntó Hannah sin rodeos, pero cuando hizo esa pregunta, la hizo parecer ignorante y simple.

Sin embargo, ¿qué tan simple podría ser una persona dispuesta a ser utilizada por Carter para lograr sus objetivos?

Después de escuchar esto, Jeremy, evidentemente, no quería molestarse en explicárselo a Hannah. Sus brazos alrededor del hombro de Madeline se apretaron ligeramente mientras bajaba la mirada y le susurraba a Madeline.

“Linnie, no permitamos que personas irrelevantes afecten nuestro estado de ánimo”, dijo él en voz baja. Su mirada era dulce y estaba llena de amor. “Vamos”.

Madeline no quería seguir tratando con Hannah, por lo que sonrió y asintió.

Jeremy levantó su apuesto rostro que, en un instante, adquirió una expresión fría. Después de eso, pasó despreocupadamente junto a Hannah y rodeó a Madeline con los brazos. Se podría decir que estaba ignorando por completo a Hannah.

Negándose a retroceder, Hannah se mordió el labio y miró a Madeline, quien estaba siendo acariciada en el abrazo de Jeremy. Los ojos de Hannah estaban casi llenos de envidia y odio intensos.

Ella dio un pisotón con enojo, incapaz de controlar su ira.

Hannah admitía que Madeline era mucho mejor que ella en muchos aspectos y que Madeline era más perfecta que ella, ¡pero Hannah era más joven!

Ella estaba en sus veinte años y ese era su mejor momento. Además, su apariencia fue la más destacada entre la multitud.

Ella era muy atractiva para los hombres, así que, hablando lógicamente, Jeremy, siendo un hombre, no debería poder escapar de esta ley establecida, pero él era la excepción.

“¡Jum!”.

Hannah resopló con irritación. Cuanto más pensaba en ello, más enojada se sentía.

Al pensar en la advertencia de Jeremy antes y para evitar hacer más el ridículo, decidió salir del laboratorio de Madeline primero.

Sin embargo, antes de que pudiera dar unos pasos, Hannah pensó en Madeline disfrutando con dulzura de su té de la tarde con Jeremy. Después de eso, ella se dio la vuelta de repente.

Jeremy llevó a Madeline a un breve descanso en la tienda de postres cerca de la oficina.

Por supuesto, hablaron de Hannah, pero Madeline ya estaba muy relajada.

“Si no llegamos a un acuerdo con ella por el momento, quién sabe lo que es capaz de hacer”. Madeline levantó el pastel sobre la mesa y le dio un pequeño bocado.

El ligero amargor del chocolate se mezcló con la crema ligeramente dulce.

Ella sonrió con gusto y sintió que la vida también era así.

Había dulzura y amargura en la vida. Hannah, quien apareció de repente en ese momento, podría ser la ligera amargura que se agregó a su interesante vida.

En cualquier caso, ella creía que no sería vencida por esta amargura.

A pesar de eso, Jeremy todavía se sentía culpable en su corazón.