Esposa Pecadora romance Capítulo 2013

La mirada en los ojos de Madeline impidió que Hannah mintiera.

Hannah, con cierto sentimiento de culpa, vaciló y miró por la ventanilla del coche. Tiempo después, ella se rio entre dientes con tristeza.

“¿Qué otra opción tengo? Tengo que seguir con mi vida, así que tengo que ceder, ¿no es así?”.

Hannah respondió de mala gana.

“Ahora, por fin entiendo que simplemente no puedo competir contigo. Fui demasiado engreída e ingenua desde el principio. Además, el señor Whitman no es un hombre por el que pueda luchar”.

Hannah dijo esto con un suspiro triste y bajó los ojos.

“El señor Whitman es un hombre muy atractivo. Solo me culpo por no reconocer mi identidad y estatus. Insistí en hacerme ilusiones y ahora soy como una polilla sobre una llama. Aaah…”.

Hannah suspiró profundamente después de decir eso.

Madeline miró a Hannah con calma y escuchó lo que decía.

“¿Hay algo más que quieras decirme además de esto?”, preguntó Madeline con un significado implicado.

Hannah se sorprendió por un momento. Luego levantó la cabeza, se encontró con la mirada de Madeline y habló con certeza.

“Ya he dicho todo lo que quiero decir. Solo espero que no discutas con alguien como yo. Por favor, déjame quedarme en la Corporacion Whitman y déjame estar a tu lado para poder estudiar mucho”.

Parecía sincera.

Madeline, en lugar de preguntar más, se limitó a sonreírle levemente a Hannah.

En los días siguientes, Hannah siguió a Madeline dentro y fuera de la empresa. Volvían a la Mansión Whitman después de salir del trabajo. Además, ella ayudaba con mucha diligencia a empacar y, a veces, también iba deliberadamente a complacer a Jackson.

Sin embargo, Jackson era un niño inteligente e ingenioso, por lo que pudo sentir de inmediato que la sonrisa de Hannah hacia él no era de corazón.

Madeline, quien también notó todo esto, le dijo con tacto a Hannah que no tenía que preocuparse por su hijo y que solo necesitaba hacer bien su trabajo.

En ese momento, Hannah también encontró una excusa para ir al almacén con Madeline.

El cliente tomó al azar dos cajas de perfume del estante y las abrió.

Madeline había hecho todo personalmente, desde el embalaje hasta el diseño de la botella, y el cliente también estaba muy satisfecho con estos.

Los escogió por su reputación. Sabía que Madeline no solo era buena en la fabricación de perfumes, sino que también era una muy buena diseñadora de joyas. Como era diseñadora, tendría un gusto considerable, y estos diseños simples no eran un problema para ella.

El cliente abrió el paquete, admiró el líquido celeste en la botella de vidrio, luego elogió continuamente: “Señora Withman, el diseño es tan perfecto. Creo que una vez que este perfume salga al mercado, será muy popular entre las mujeres”.

Madeline le dio una leve sonrisa magnánima y gentil. Luego entregó cortésmente el papel de prueba al cliente.

“El señor Sutton es muy cortés. Verifique y vea si el olor de este lote de productos terminados es diferente al de ese día”.

Los ojos de Hannah se iluminaron cuando escuchó las palabras de Madeline desde un lado.