Esposa Pecadora romance Capítulo 2058

Madeline supuso que Shirley no podía responder al mensaje en ese momento, así que solo podía esperar pacientemente.

Alrededor del mediodía, Madeline recibió por fin un mensaje de Shirley.

Shirley le dijo que Carter había salido a comprar el almuerzo, así que por eso Shirley pudo responder al mensaje.

Además, Shirley le dijo a Carter que no se sentía muy bien, y le pidió deliberadamente que fuera a la farmacia a comprar un medicamento que no existía.

Tras enterarse de esta situación, Madeline se apresuró a ir al hotel.

Madeline recordaba muy bien el número de la habitación. Cuando llegó, tocó el timbre. Shirley abrió inmediatamente la puerta tras oír la voz de Madeline, pero se encontró con que la puerta no se podía abrir.

"Carter debe haberle hecho algo desde fuera. Eveline, ¿puedes ver si hay algo atascado en la puerta?".

Después de oír eso, Madeline miró inmediatamente alrededor de la puerta y descubrió que, efectivamente, había algo atascado en el pomo de la puerta.

Carter se había esforzado mucho para evitar que Shirley se llevara a Lillian a escondidas.

Madeline desató rápidamente la cuerda atada a la manija de la puerta y Shirley se apresuró a abrir la puerta sin problemas.

En cuanto la puerta se abrió, Madeline vio la linda e ignorante carita de Lillian.

"Mami".

Cuando Lillian vio a Madeline, inmediatamente chilló de felicidad.

"Lily". Madeline extendió la mano y tocó su pequeña mejilla.

"Eveline, date prisa y llévate a tu hija. Carter descubrirá que le he mentido si te retrasas. Puede que vuelva pronto".

Lillian asintió y, de repente, extendió su manita para tomar la mano de Shirley, regalándole una estrella de la suerte de papel que dobló.

Shirley comprendió inmediatamente lo que Lillian intentaba decir. Sonrió amistosamente. "Gracias, Lily. Espero poder seguir adelante en mi vida con buena suerte como deseas".

Lillian sonrió y se dio la vuelta para volver con Madeline.

Madeline se agachó y levantó a Lillian. Corrió hacia el ascensor sin perder el ritmo.

"Mami", llamó Lillian a Madeline infantilmente. Sus dos adorables manos sujetaron el cuello de Madeline con fuerza mientras se acurrucaba en sus brazos.

Madeline abrazó a la pequeña angustiada. "Buena chica, Lily. Ahora te llevaré a casa".

Madeline la consoló. Sin embargo, cuando estaba a punto de llegar al ascensor, la puerta del mismo se abrió y vio a Carter.