Esposa Pecadora romance Capítulo 2090

“Lily, tu papi está ocupado con el trabajo y no puede irse por el momento. Tu mami está ayudando a tu papá. Cuando terminen, vendrán para llevarte a casa”.

Fabián le explicó pacientemente con una suave sonrisa en su apuesto rostro.

Lillian parpadeó. Parecía entender lo que decía Fabián y ya no llamaba a su mamá ni a su papá.

Sin embargo, los latidos del corazón de Fabián se hundieron inexplicablemente. “Lily, cuando tus padres vuelvan, ¿de verdad quieres irte a casa con ellos?”.

No se sabía si Lillian entendió la anticipación y la insatisfacción en los ojos de Fabián, pero extendió su pequeña mano y tomó suavemente la mano de Fabián.

Al sentir el calor de la palma de la pequeña lindura en la suya, una dulzura sutil pareció llenar instantáneamente el corazón de Fabián.

Subió las mangas de Lillian y vio las manchas rojas que no se desvanecían en su piel, luego frunció el ceño con fuerza.

Shirley acababa de salir en este momento, así que Fabián tomó la manita de Lillian y luego se puso de pie lentamente.

“Señorita Brown, ¿cómo va? ¿Cuándo desaparecerán las manchas rojas en la piel de Lily?”.

Shirley frunció el ceño y habló con sentimiento de culpa.

“También quiero desarrollar un antídoto lo antes posible, pero necesito más tiempo”.

Fabián estaba naturalmente insatisfecho con esta respuesta, pero no tenía otra opción. Por lo tanto, solo miró angustiosamente a la niña a su lado.

“Si estos puntos rojos no desaparecen, ¿sucederá algo más serio?”.

“Solo puedo decir que no se descarta esa posibilidad”. Shirley se sintió impotente. “Fue solo un capricho cuando desarrollé esto, por lo que no hubo ningún ensayo clínico. Solo puedo llamarlo un producto semiacabado, y solo puedo decirte que es posible que haya cambios patológicos”.

“¿Cambios patológicos?”. Los ojos de Fabián se agrandaron. “¡No puedes dejar que eso suceda! Tienes que desarrollar un antídoto lo antes posible. Lily es muy joven y ya ha sufrido mucho. No quiero que sufra más”.

Al escuchar las palabras de Fabián, una sonrisa apareció en el rostro solemne de Shirley.