Esposa Pecadora romance Capítulo 2092

Para sentarse en el trono que simbolizaba la posición de poder, había empezado a planearlo desde hace mucho tiempo.

“Cada uno por su lado, y que sea lo que Dios quiera”, respondió Carter a Madeline con indiferencia.

Madeline miró a Carter que había dicho estas palabras con desprecio. “Carter, puedes luchar por el objetivo que quieras, pero no puedes lograrlo utilizando medios indebidos”.

“¿Por qué no? El método no me importa en absoluto. Lo que me importa es el resultado”, alegó Carter en defensa.

“Entonces, ¿Los sentimientos de Shirley no son importantes para ti? ¿Quieres decir que lo que te importa es obtener lo que quieres y ser feliz con ello?”.

Al escuchar esto, la expresión de Carter se paralizó ligeramente.

Desconcertado, frunció el ceño y miró fijamente los penetrantes y hermosos ojos de Madeline.

“Eveline, ¿Qué quieres decir?”.

“¿Todavía no has comprendido esto? Y aún sigues afirmando que te gusta mucho Shirley”.

“...”.

“Si realmente te gustara Shirley, no habrías ignorado sus sentimientos, atándola a ti, y pidiéndole que hiciera todo por ti. ¿Has pensado alguna vez que ella en realidad no quería hacer esas cosas? Simplemente estaba cegada por su amor por ti, y en consecuencia se perdió a sí misma. Pero ¿Qué hay de ti? Solo has perseguido resultados. Solo has querido ganar”.

Madeline golpeó a Carter directamente donde le dolía.

“Carter, lo que más amas es a ti mismo”.

“¡Basta! ¡Cállate!”.

Carter no podía seguir escuchando esto.

Se puso de pie con el rostro sombrío y fulminó con la mirada a Madeline.

“Eveline, no te atrevas a sermonearme. En primer lugar, ¿Cómo te ha tratado Jeremy? ¿Lo has olvidado? ¿Le importaban tus sentimientos? Entonces, ¿Cómo puedes acusarme ahora? ¡Este hombre es aún más odioso que yo cuando se trata de relaciones!”.

Después de hacerlo, Carter sólo giró la cabeza y miró a Jeremy y Madeline con indiferencia.

“Ya que están tan enamorados, les concederé su última voluntad”.

“¡Carter!”, Jeremy trató de detener a Carter. No quería que ni Madeline ni él se ahogaran aquí.

“Jeremy, no tienes que rogarle”, dijo Madeline tranquilamente. Sus ojos seguían siendo penetrantes mientras miraba a Carter sin mostrar ninguna debilidad.

Carter miró impresionado a Madeline durante algunos segundos y luego rió fríamente, sintiéndose satisfecho consigo mismo.

“Cuando llegues al infierno, arrepiéntete debidamente de los pecados que le has hecho a mi niña”.

Después de que él dijera eso, Carter se dio la vuelta despreocupadamente.

Pronto, la puerta de hierro que tenían ante ellos se cerró de golpe. Ahora, Madeline y Jeremy estaban atrapados en este sótano cerrado, y el agua de la piscina subía lentamente. Poco después, llegaba a la cintura de Madeline...