Esposa Pecadora romance Capítulo 2132

Jackson iba al frente. Estaba rodeado de varias adorables y lindas niñas.

Sin embargo, Jackson parecía haber heredado el temperamento frío de Jeremy. No importaba cuán efusivas fueran las pequeñas cuando le hablaban, él simplemente las ignoraba.

En cuanto vio a Madeline levantó con entusiasmo sus largas piernas y corrió con rapidez hacia ella.

Madeline estiró sus brazos hacia el pequeño y levantó al apuesto chico que había corrido frente a ella.

Sin embargo, el pequeño parecía estar más pesado que antes.

Esto demostraba que el pequeño estaba creciendo poco a poco.

Madeline se dio la vuelta alegremente mientras llevaba a su hijo en brazos.

“Esa es la mami de Jackson”.

“Su mami es muy hermosa, es por eso que Jacky también es muy apuesto”.

“Pero él no juega con nosotros”.

“Mi mami dice que ningún chico puede resistirse cuando las chicas actúan coquetas. Así que, a partir de mañana, seamos todas coquetas con Jacky para que quiera jugar con nosotras”.

“Está bien”.

Tras escuchar la sugerencia de esta niña, las demás niñas respondieron seriamente.

Madeline no pudo evitar sonreír al escuchar las inocentes palabras de las pequeñas.

Luego de subir al coche, Madeline le preguntó a su hijo quién estaba sentado atrás. Estaba fingiendo curiosidad.

“Jacky, ¿por qué no juegas con esas niñas? ¿No te agradan?”.

“Solo hay dos chicas que son las que más me agradan. Una eres tú, mami, y la otra es Lily”, respondió Jackson sin pensarlo.

Madeline sintió que la elocuencia de su hijo era lo suficientemente buena como para conquistar a las chicas.

Sin embargo, Jackson estaba destinado a ser diferente a los demás niños.

Sin saberlo, empezaron a caer del cielo copos de blanca nieve y el helado viento de finales de invierno sopló fuera de la ventana del coche.

Cuando ya casi llegaban a casa, Jackson de pronto asomó la cabeza y miró frente a él.

“Mira, mami, ¿hay una persona tirada ahí?”.

Madeline miró en la dirección que Jackson estaba señalando y, en efecto, vio a una persona hecha un ovillo junto al macizo de flores al lado de la carretera.

Detuvo el coche, tomó su abrigo del asiento de pasajero, y se acercó deprisa.

Cuando se acercó, descubrió que se trataba de una muy delgada. Madeline miró más de cerca y vio que la silueta de esta persona le resultaba ligeramente familiar.

“¡Mami, ten cuidado!”.