Esposa Pecadora romance Capítulo 2158

Naya.

Además de Daniel, Naya también había ido a visitarla a su apartamento.

Ava se incorporó de repente y abrió la computadora portátil. Echó un vistazo más de cerca mientras olfateaba y detectó el tenue aroma de té negro en el teclado.

El olor de ese té negro era el del té negro que había preparado para Ava.

Ava se dio cuenta de inmediato.

¡Naya había dañado a propósito su computadora portátil!

Sin embargo, no tenía pruebas.

En ese momento, el jefe de Ava volvió a llamar.

“Ava, han pasado dos horas. ¿Cómo va el diseño? Envíamelo por correo de inmediato cuando lo termines”.

Ava se armó de valor y le aseguró diciendo, “Bill, he tenido un invitado en casa hace un momento y el trabajo se ha retrasado un poco. No te preocupes, Te daré el boceto cuando vaya mañana a trabajar”.

“¿Un invitado? ¿Te refieres a tu novio? No pienses solo en enamorarte, muchacha. Ganar dinero es lo más importante”, bromeó su jefe. “Está bien, no te molestaré más. Esperaré tus buenas noticias mañana”.

“Está bien”, respondió Ava.

Tras colgar, se dirigió de inmediato a la empresa donde trabajaba.

Nadie estaba trabajando en la empresa durante el fin de semana. Ava abrió el programa especial e intentó hacer el diseño original de memoria, pero parecía que faltaba algo.

Como estaba concentrada en su trabajo, se hizo tarde en la noche antes de que se diera cuenta.

Su teléfono estaba en silencio, y no se dio cuenta que Daniel le había hecho más de una docena de llamadas.

Naturalmente, la persona que hizo esto fue Daniel.

Daniel también dejó una nota diciéndole a Ava que comiera sin importar lo ocupada que estuviera.

Ava miró la hermosa letra y las reconfortantes palabras. Luego se guardó la nota en el bolsillo y se marchó con el termo y las frutas.

Cuando llegó a la oficina, sintió un ambiente tenso.

En lugar de sentarse, colocó su desayuno en su escritorio y se dirigió a la oficina de su jefe con el boceto del diseño.

Bill era un hombre de unos 50 años, y su relación con Ava también era bastante amigable.

En ese momento, tomó la computadora portátil que Ava le entregó expectante. Sin embargo, cuando vio el boceto, su rostro se volvió poco a poco solemne.

“Emmm…”. Bill frunció el ceño. “Ava, ¿qué es esto que me estás mostrando?”.